La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Universidad

"Debemos elevar la plantilla con 200 profesores nuevos"

"Necesitamos de toda la comunidad universitaria para abordar esta acción de gobierno", señala Rafael Robaina Romero, rector electo de la ULPGC

"Debemos elevar la plantilla con 200 profesores nuevos"

Rafael Robaina Romero, catedrático de Universidad de Biología y doctor en Ciencias del Mar, se pone al frente de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con más de 25 años de experiencia en actividad docente, científica y profesional. Su participación como responsable de distintas áreas de la ULPGC ha enriquecido su capacidad para la gestión durante los gobiernos de los tres rectores anteriores, Francisco Rubio Royo, Manuel Lobo Cabrera y José Regidor García, con quien fue vicerrector de Títulos y Doctorado entre los años 2012 y 2016. Si algo lo define, es su templanza a la hora de abordar los desafíos y su visión integradora de la Universidad, además de una hoja de ruta bien definida para los próximos cuatro años.

¿Cómo valora el apoyo recibido en las urnas?

Valoro la participación general de la comunidad universitaria que refleja el proceso democrático en sí. Una vez que he sido elegido, ahora se trata de empezar la acción de gobierno para toda la comunidad universitaria, para los que nos apoyaron y para los que no. Necesitamos de todo el colectivo para abordar esta acción de gobierno.

¿Qué factores cree que inclinaron la balanza a favor de su proyecto de gobierno?

Creo que fundamentalmente ha sido la experiencia y el mensaje sereno de voluntad de cambio, pero de cambio sensato y con las cosas bien asentadas, esa era la base de nuestra propuesta. Una propuesta que a mi y a mi equipo nos entusiasma y creo que la comunidad universitaria se entusiasmó con ello.

¿Qué herramientas le ha aportado la experiencia en gestión para hacer frente a estos cuatro años de mandato?

Una experiencia que es esencial. La Universidad es compleja, y verse de la nada al todo es, a mi modo de ver, una empresa arduo difícil. Yo me vi con la experiencia suficiente por haber pasado por toda esa trayectoria para dar el paso, fundamentalmente en la última época como vicerrector. Los cargos anteriores cono coordinador, director de departamento o de un área de gobierno te da una perspectiva muy específica, y el vicerrectorado te da una perspectiva global de la universidad, era esencial haber pasado por esa etapa. Eso se lo agradezco a Regidor, que me diera la oportunidad, y ahora me convierto yo en el líder, que no deja de ser una responsabilidad y tengo confianza en ser capaz de coordinar adecuadamente todas las tareas de gobierno y que se empiecen a ver frutos de una auténtica Universidad del siglo XXI, innovadora, que la gente confíe en nosotros, y venzamos ese desencuentro que hay socialmente.

El cambio fue la consigna de esta campaña, ¿es sólo un lema o un auténtico reclamo de la comunidad universitaria?

En todos los procesos electorales surge un lema, y el del cambio no es nuevo, es del 82 con Felipe González y lo utilizó Bill Clinton. El cambio como lema está muy bien, pero cambios hay muchos, y yo también voy a cambiar las cosas, lo que pasa es que yo propongo un cambio sereno, sensato y productivo. Sereno porque yo soy así; sensato porque conozco exactamente hasta donde podemos llegar; y productivo porque voy a mirar hacia adelante, no tengo una mochila de agravios, sino vamos a ejecutar el gobierno de la Universidad mirando hacia adelante y con el amparo, el aval y los consejos de los anteriores rectores, que para mi es fundamental.

¿Cuáles van a ser sus primeras acciones de gobierno?

Hay que poner en marcha muchas líneas estratégicas, construir el ámbito de la comunicación; el ámbito de la empresa, emprendimiento y empleo que es totalmente innovadora y novedosa; y la internacionalización coordinada con títulos. En política lingüística, hay que ver cuáles son los cambios que hay que hacer de manera inmediata y junto a la Consejería de Educación obremos el milagro de que los estudiantes al acabar la carrera tengan unas competencias lingüísticas dignas de un titulado superior. En I+D vamos a acometer de manera inmediata la reforma de nuestro sistema de gestión de la investigación, que no está ajustado a la capacidad y el potencial de la propia Universidad. Vamos a empezar negociaciones con todo el personal y con los estudiantes, a hablar mucho porque hay muchas cosas que hay que modificar y nos gustaría tener esto en 2017 acabado.

¿Cómo va a abordar lo cambios que reclaman los alumnos en las normas de permanencia?

Ya he hablado con el Consejo Social, nos vamos a reunir y a hacer una análisis sereno, ayudados por la conferencia de decanos y directores, para ajustar los desequilibrios que existen con La Laguna, porque las normas se suponían que eran para los dos iguales, pero ellos ya han modificado cosas, producto de sus elecciones. Por ejemplo en la ULL no corre la convocatoria si no te presentas al examen, y nosotros debemos adaptar esto. También queremos ver la posibilidad de adaptarlo por áreas analizando que cada área tiene sus propias características y circunstancias, y en algunas en particular las normas de progreso y permanencia están haciendo un daño enorme. Haremos un análisis detallado de las modificaciones y el por qué, y se las expondremos al Consejo Social.

¿Cuándo prevé poner en marcha la Oficina de Atención al Alumnado?

Eso va a depender del Vicerrectorado de Estudiantes y la representatividad que se la vamos a dar al Consejo de Estudiantes. La fórmula tendrá que salir de los contactos que mantengamos y el mantenimiento de esto. Creo que se podrá mantener con una buena política de voluntariado, y tenemos reconocimientos de créditos por ese tipo de actividades. En todas las universidades del mundo los estudiantes se ocupan de los problemas de los estudiantes, o sea que en primera línea podrían estar ellos y nos darían traslados a través de los instrumentos de redes y whatsapp al equipo de gobierno de manera inmediata de los problemas más acuciantes. Yo creo que se pondrá en marcha en los primeros meses de 2017.

El reclamo mayoritario del PAS es la estabilidad laboral, ¿Qué fórmulas tiene para ello?

Hubo en su momento un plan de consolidación que laminó totalmente la ley de estabilidad y queremos ver hasta qué nivel podemos rescatarlo, y creo que nos va a ayudar mucho las últimas directrices de la Unión Europea en materia de interinidades, aunque a mi me gustaría que la UE fuera un poco más allá y los consolidara de facto. Si no, hay que buscar fórmulas alternativas con los representantes sindicales, porque si no solucionamos esa bolsa de interinos no podemos usar las interinidades para lo que están, que es para cubrir los puestos estructurales de manera rápida y eficaz. Me gustaría poder resolver esto también el año que viene.

Una gran parte del PAS también reclamaba un gerente interno. ¿Por qué usted apostó por un gerente externo, a diferencia de las otras candidaturas?

Es un tema totalmente ideológico. Yo creo que si nuestro programa es un programa social, la sociedad que paga en torno a 132 millones todos los años, lo menos que merece es que alguien totalmente ajeno a la estructura universitaria sea el responsable de la elaboración y control del gasto presupuestario. Eso no es porque los internos seamos malos, todo lo contrario, seguramente en la Universidad existen los mejores profesionales para ser gerentes, pero ese no es el debate. Esto es una cuestión de corresponsabilidad, yo me responsabilizo ante una persona externa que es la que, de alguna manera, nos tiene que fiscalizar. Según la ley, un gerente es una persona que tenga contrastada experiencia, y vemos que nuestra propuesta lo ha demostrado, y además una persona que puede ayudarnos a la Universidad a la captación de fondos de la UE. Creo que este debate en la Universidad de Las Palmas debe desaparecer, para mi tiene que ser como en muchas universidades donde no hay ningún tipo de cuestionamientos, gerencia externa porque es lo que toca, y a lo mejor en un futuro ya hasta nos lo imponen.

¿Cuáles serán las base del nuevo reglamento de planificación académica?

Abriremos nuevamente las negociaciones para introducir algunos aspectos porque hay un colectivo que se ha visto muy afectado por la fórmula actual. Hemos perdido a gente que era productiva para la Universidad porque su carga docente era excesiva. Áreas que requieren de una dedicación casi personal para la producción científica, a diferencia de otras como Ciencias Básicas que son trabajos en equipo, no puedes medirlas con el mismo rasero; o los profesores mayores, no es lo mismo dar clases con 45 años que en la última etapa. Esas y otras cosas saldrán de la negociación.

¿Cómo asume el reto de rejuvenecer las plantillas docentes?

Como una auténtica obligación. Nosotros tenemos la necesidad de acuerdo con el diagnóstico que se ha hecho en las universidades, de elevar la plantilla con 200 profesores nuevos en estos cuatro años. Eso me causa un entusiasmo enorme porque para una plantilla que tenemos, relativamente corta, son muchas personas. Tenemos que hacerlo equilibradamente para que todas las áreas se vean reconocidas y sobre todo para generar un tipo de profesores y profesoras nuevo, de este siglo, y con unas competencias que a nosotros no nos dieron. Es el momento de introducir competencias para el e-learning. Esto es lo que hay que hacer con un plan de plantilla bien diseñado.

¿Cuál es su hoja de ruta para que la ULPGC escale puestos en los ranking internacionales?

Vamos a continuar, porque me consta que esta labor ya se empezó, el estudio y diagnóstico de aquellos puntos del U-Multirank que es el ranking que a mi me parece el más justo con universidades del tipo de la ULPGC, porque mide nuestro desempeño docente, el potencial y las características de nuestros egresados, la internacionalización, la transferencia... No es sólo investigación como el de Shanghai, eso es una liga que no es para nosotros porque ahí uno de los parámetros es el número de premios Nobel. Nosotros estamos para lo que fue creada esta universidad, que es servir a la sociedad, dar una buena docencia y que se note en nuestros egresados y, sobre todo, tener una investigación en las áreas en las que destacamos. Lo bueno de la ULPGC es que tiene bien estructurada la investigación en sus institutos y unos grupos muy potentes. Lo que hay que hacer es darle a esos institutos y grupos las bases para que puedan competir fuera pero sin estar expuestos a los vaivenes de la economía.

Ya comentó el martes que prácticamente los presupuestos de 2017 para la ULPGC ya están en marcha. ¿Qué margen de actuación tiene?

Lo que permita reglamentariamente, sobre todo porque tenemos unas acciones de gobierno que desarrollar y los presupuestos puedan tener algún desfase porque no contemplen algunas de estas cosas. Creo que nuestra gerente será lo suficientemente hábil y conoce el territorio como para hacer los cambio necesarios y podamos ya empezar con algunas de nuestras propuestas de manera inmediata. El año 2017 es para pensarlo bien, para que si no se ha culminado la negociación o no se ajusta a nuestros planes, tener la posibilidad de seguir negociando con el Gobierno de Canarias ese instrumento plurianual permanente para las universidades.

¿Cuál es su grado de compromiso con el Campus de Excelencia Internacional?

En la medida en que sea un instrumento para mantener la financiación que nos venía y las mejoras, no sólo lo vamos a mantener sino que vamos a crecer en otras cosas. Hay propuestas que ya tenemos avanzadas para algunas titulaciones, sobre todo en el ámbito del posgrado, donde las dos universidades, nosotros y La Laguna, nos necesitamos para llevarlo adelante. Se trata de una oferta de doctorados específicos en las áreas de Jurídicas, Enfermería y Ciencias de la Educación.

¿Cuáles son los proyectos que tiene en mente con la Consejería de Educación en cuanto a la FP?

Ellos pueden llegar hasta el nivel de técnico superior, el nivel 3, y hay un nivel 4 de especialización en el que la Universidad tiene mucho que aportar. El nivel 4 a la Consejería le cuesta mucho porque sigue teniendo el mismo personal y los mismos medios, y nosotros en determinadas áreas podemos aportar ese personal y esos medios, sobre todo porque lo podemos hacer conjuntamente. Pero existen posibilidades de diseños de grados para técnicos superiores que además les podría reconducir hacia el máster y doctorado, y son además títulos en los que se puede ser muy innovador porque son áreas donde la Universidad puede aportar solamente una pequeña fracción del título, con lo cual los costes son mínimos, ya que el estudiante es el que ha acabado el técnico superior. En Cataluña, a partir de las antiguas tecnologías de los alimentos han aprovechado ese contexto para técnicos superiores de hostelería, gastronomía..., y han creado un título de gastronomía y ciencias culinarias, que pudiera ser muy interesante como idea, y hay otros más en eficiencia energética, lenguaje de signos...

¿Cómo valora la desaparición de las reválidas, recuperar la selectividad, y que el acceso a la enseñanza superior haya vuelto a manos de la universidad?

Es lo mismo que a principios de la década del 2000, que se propuso la reválida, las universidades en aquella época, en la que yo era director de acceso, nos pusimos delante para organizarlas, porque tenemos el sistema, lo conocemos y sabemos exactamente como hacerlo. En aquel momento se dio marcha atrás y se dejó la PAU y ahora parece que han hecho exactamente lo mismo. Yo creo que ahora es el momento para un replanteamiento. Hay determinadas carreras que no tienen númerus clausus ni problemas de plazas, pero si estamos registrando problemas de gente que no ha estudiado las materias que son necesarias para un correcto desarrollo en los primeros años. No se puede ir a una ingeniería sin haber estudiado física, por ejemplo, y esto hay que solucionarlo. Nos sentaremos con la Consejería para ver hasta qué punto pueden hacer cambios curriculares, al no ser el bachillerato ya finalista para ir a la universidad, sino para otras posibilidades educativas. También nosotros debemos ver la posibilidad de tener algún instrumento para corregir esto, porque los cursos de armonización no son suficientes, o a lo mejor los tenemos que programar durante los veranos. Tenemos nuestra fórmula y se la vamos a proponer a la Consejería. Es el siglo de las ciencias, las tecnologías, las matemáticas y Canarias no se puede quedar fuera. Para tener esos titulados hay que hacer esos cambios, en la Universidad tenemos la experiencia y la vamos a aportar a la Consejería.

Compartir el artículo

stats