El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ve una oportunidad "sin precedentes" para alcanzar un pacto educativo social y político, y buscarlo y lograrlo será el principal objetivo de su departamento durante esta legislatura, tal como aseguró ayer en su primera comparecencia en la Comisión de Educación del Congreso esta legislatura. Se trata de construir, sobre la base del consenso, un modelo educativo de calidad y con vocación de futuro.

Por eso, ha tendido la mano a los grupos parlamentarios y a la comunidad escolar, con voluntad de diálogo. Una vez formado el nuevo Gobierno, es el momento de una estrategia consensuada en un clima colaborativo y en el marco de pactos sociales y políticos, incluida la Universidad, ha añadido. Ha mencionado el acuerdo alcanzado el lunes pasado con todas las comunidades para dejar sin efectos académicos las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato de la Lomce y el conseguido con los rectores para la prueba de acceso a la Universidad.

También ha aludido a la futura subcomisión parlamentaria del Congreso que debatirá el pacto educativo, que servirá de base para que el Gobierno redacte un proyecto de Ley Básica de Educación. Respetando la autonomía de esa subcomisión, Méndez de Vigo ha sugerido que se traten en ella los siguientes ejes: ampliar la escolarización temprana de la población, promover la permanencia y culminación exitosa de los alumnos en la educación obligatoria y adaptar la oferta de la Secundaria postobligatoria a las necesidades de los estudiantes para facilitar su permanencia y progresión en el sistema.

Además, desarrollar una oferta de FP adecuada a las demandas del mercado laboral, actualizar los currículos y metodologías pedagógicas, promover las TIC, la enseñanza plurilingüe y la innovación. En universidades, apuesta por una oferta académica adecuada al mercado, una financiación pública vinculada al cumplimiento de objetivos, nuevo modelo de gobernanza, un estatuto del personal docente e investigador, y becas y ayudas para la igualdad de oportunidades.