¿Está capacitado el ciudadano para intuir los nuevos cambios tecnológicos?
Creo que el consumidor está por delante de las empresas en lo que se refiere al uso de las tecnologías por lo que son estas las que tienen que aumentar la velocidad tecnológica. Ahora lo importante es aplicar la tecnología al sector productivo, con la ventaja de que el ciudadano está perfectamente familiarizado a incorporar nuevas tecnologías a su vida diaria. Para hacernos una idea, las empresas que eran las más importantes del mundo hace 50 años en la actualidad el 90% ya no existen. Ahora la gran apuesta empresarial es que seamos capaces de adaptarnos a la nueva realidad.
Microsoft democratizó el ordenador personal. ¿Cuál es ahora el siguiente paso?
En estos momentos Microsoft está liderando el mundo de la nube que sin entrar en temas muy técnicos, es que todo el mundo tenga acceso a la tecnología sin instalarla en sus ordenadores. Como un servicio, pagando por lo que usa. Y el siguiente paso es que las empresas, pequeñas y medianas, que son las que dan trabajo al 90% de la población (no somos las multinacionales) tengan acceso a las mismas plataformas tecnológicas que hasta hace poco estaban restringidas a las grandes empresas. Y en eso estamos, en que cualquier empresas tenga acceso a la mejor tecnología a través de un modelo de pago por uso.
¿Cómo puede fiarse un ciudadano o un empresario en la plataforma que mejor se adapte a sus necesidades?
Efectivamente, no hablamos de tecnología sino de confianza y negocio. Tenemos que entender qué modelo de negocio se necesita, dónde se quedan los datos. Podemos decir que es como la calle, tenemos que estar informados de determinados parámetros y luego ir con el que te parezca que es el mejor matrimonio. Las capacidades de las tecnologías son infinitas por lo que la cuestión es que tengamos la velocidad suficiente para asumirlas y tener un plan ordenado, no hay que volverse loco. Hay que saber para que queremos innovar, innovación a tu medida como yo le llamo.
¿Y la sociedad española está apostando por esa transformación digital?
La transformación digital es imparable. La sociedad española, ahora que tengo un trabajo en el que viajo por todo el mundo, veo que no es tan diferente de otras. La diferencia que veo entre los países se limita a los distintos sistemas (las leyes, los ecosistemas...) que facilitan el acceso o no a las tecnologías. Como consumidores, en estos momentos, el límite está en tener una conexión a internet.
¿Va el big data a dirigir nuestras vidas sin que nos demos cuenta?
Espero que no lleguemos a eso. Pero sí es cierto que hoy todos aquellos objetos que tengan un tamaño superior a dos milímetros (para que nos hagamos una idea, un lápiz) se puede colocar un chip en su interior. Y eso es casi ya como un ordenador, con lo cual el acceso al mundo de los datos es inimaginable. Creo que el tema es qué se hace con esos datos, quién es capaz de pasar de los datos a la información, cómo se aprovechan y quiénes son las empresas que son capaces de pasar los datos a una información útil y de ahí a la acción. Y a nivel del consumidor la parte importante es que seamos conscientes de la huella digital. Pero internet es como la calle, tienes que adoptar una serie de prevenciones cuando navegas.
Una de las nuevas lacras sociales es el ciberacoso a los menores. ¿Qué podemos hacer?
Pues tener más información. Los padres no podemos hacer dejación en el uso de internet de nuestros hijos. Hay programas que tienen filtros infantiles, tenemos que saber que las cámaras de los ordenadores se pueden encender desde fuera, conocer las reglas mínimas para entender lo que está pasando en nuestras casas. Hoy en día los organismos tienen programas públicos para informar a los padres. Tenemos que educar también a nuestros hijos para que sepan que, por ejemplo, no se puedan subir todas las fotos. Así que hay que preocuparse de la seguridad on line de tu familia.
¿Y la privacidad es utopía?
Espero que no, pero evidentemente se manejan multitud de datos personales, pero por otra parte, creo que hace falta encontrar el equilibrio y en la medida de lo posible que tú controles el juego. Espero que no sea una utopía y además el regulador se está poniendo más serio en temas de privacidad. Nosotros como compañía, muchas de las conversaciones con las empresas tienen que ver con la confianza, la privacidad y la seguridad en el manejo de los datos.
Los ciberataques ya no se limitan como antaño a los ordenadores personales sino que ya alcanzan a las grandes compañías y a los estados. ¿Cómo se lucha?
Nosotros tenemos departamentos que sólo se dedican a la lucha contra estos ataques. Por mi experiencia de 14 años en el sector es donde más alianzas se están dando, incluso entre competidores, porque es una lacra de la industria y la sociedad. En lo que se refiere a las productos, los protocolos de seguridad cada vez más vienen incorporados en el software desde el principio, no como antes en el que tenías que comprar un producto de seguridad.
¿Está España al mismo nivel que Europa en acceso a internet?
España en infraestructuras tecnológicas es de lo mejor que hay. Hay que desmitificar esto. Viajo muchísimo a otros países y hay zonas con peor conectividad que otras, pero eso me pasa en Alemania, en el Reino Unido, en Medio Oriente.... En España es necesario que en el entorno profesional se pierda miedo a adoptar la tecnología en las empresas y para qué. Es decir, de qué forma hago que la tecnología haga mi vida más fácil y no más difícil.
