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Música

"Vamos a tener el festival más bonito, variado y completo de los últimos años"

"Esperamos superar los ingresos en taquilla de otros años por medio de la venta individual de entradas", cuenta Nino Díaz, coordinador del Festival Internacional de Música de Canarias

El compositor y gestor cultural, Nino Díaz, antes de su presentación, ayer, en el Conservatorio Superior de Música. J.C. CASTRO

Faltan tres semanas para el inicio del festival y se presenta con ciertas dudas en la respuesta del público en la taquilla. ¿Cuales son sus sensaciones?

El Festival ya está cerrado y estoy convencido de que va a ser el más bonito de los últimos años, por lo menos el más variado, el más amplio y el que tenga mayor presencia en todas las Islas. Respecto a la taquilla, la situación económica es la prevista. Ha habido un descenso de abonos. Sobre todo en Gran Canaria. Es cierto. En el total de las dos islas capitalinas los abonos han caído un 36%, que no es preocupante porque los ingresos por abonos llevan cayendo diez años. No tanto ni tan pronunciado, pero estamos dentro de lo normal. Y realmente los abonos representan el 14% de los ingresos. Nosotros esperamos superar los ingresos de taquilla de otros años por medio de la venta de entradas individuales. Tenemos más conciertos este año, nada menos que 88, y esto nos permite ser optimistas en este sentido. La previsión de los ingresos está en 690.000 euros.

¿Le preocupa que exista una oposición a su propuesta?

Me preocupa que esto pueda afectar a la venta de entradas, porque no deja de ser publicidad negativa. Buena parte de los abonados que han dejado su plaza lo han hecho por toda esta confusión. Yo entiendo que pueda haber opiniones de todo tipo, porque es normal y hasta bueno en una sociedad plural. Lo que no puede ser son las posturas que piensan que su idea es la única válida. Tanto la consejería de Cultura como el Gobierno están abiertos ha escuchar todas las propuestas, lo que no se va a permitir es que impongan solo sus ideas.

¿Cómo define el programa?

Es el más bonito en los últimos diez años. Es un programa que abarca desde la música antigua, la del siglo XVI, hasta el siglo XX, al completo, que era algo olvidado en el festival. Incluso, hay músicas de vanguardia y con lo que se está haciendo ahora en diferentes países. No lo hacemos solo por el valor educativo, sino porque hay gente para todos los gustos y hay que programar pensando en todos. No se puede imponer un solo gusto. La población es muy variada y la obligación del festival es sumar y captar a todo el mundo.

¿Entiende que los anteriores programas se habían cerrado a un género concreto?

Sí, claro. La programación estaba muy centrada en un periodo de 200 años en la historia de la música; el clasicismo, el romanticismo y ahí se acababa todo. Esa es la música que representa la clásica, pero no se queda ahí. Desde 1910 hay 100 años de música por conocer.

¿Cree que influye el no tener una orquesta de renombre o entiende que sí la hay?

Efectivamente. Tenemos dos grandes orquestas de fuera, como la Mahler Chamber y la Mozarteum. Después tenemos a dos orquestas canarias que son igual de buenas que las de fuera. Yo no entiendo esa obsesión por las grandes orquestas. Si lo que quieren es gastar el presupuesto de 1,3 millones de euros en dos conciertos... Eso es muy fácil. Yo creo que la oferta se tiene que adaptar a la realidad y la realidad es que tenemos el presupuesto que tenemos. Hace diez años era ocho veces superior. Ahora no es así y tenemos que ajustarnos y valorar lo que interesa; si queremos dos conciertos o un programa que sea lo más completo y variado posible.

¿Su posición tiene carácter interino, pero ha empezado ha trabajar ya en el programa de 2018?

Sí que estoy mirando cosas para 2018, pero es algo que me dijeron desde el principio. No es nuevo, porque cuando llegue el nuevo director, ponle que a mediados de año, no se puede encontrar un solar. Si se quieren coger orquestas, cosas importantes y a buenos precios, hay que empezar a moverse. O se hace ahora o no se hace, pero no es nada del otro mundo. A mí me encomendaron varias cosas y las estoy haciendo. Tenía que acabar de montar el festival de 2017, porque ya había una parte del programa hecho, y hacer ese proceso de transición al nuevo modelo de festival. En este sentido, justo ahora acaba de aprobarse la nueva composición de la Comisión Asesora. Se ha buscado una comisión mucho más plural, de profesionales del sector, donde estén implicado los profesionales y los conservatorios. El tema es que el festival no puede estar de espaldas al mundo. Pero ojo, esto no es decisión mía ni tiene nada que ver conmigo.

¿Le molesta que se considere un fracaso antes de arrancar?

Claro. Lo normal es permitir el beneficio de la duda. Pero me molesta más por toda la gente que se está dejando la piel por este festival. Yo creo que hay que esperar a que acabe y después reflexionar y señalar todos los errores. Pero eso es algo que también se debía haber hecho en las 32 ediciones anteriores. Yo estoy convencido de que será un éxito. Hace muchos años que no había un festival tan amplio y abierta a nuevos públicos, como los jóvenes. Pero que quede claro que no quiero que se vayan los abonados que ya tenía el festival. De lo que se trata es de ampliar, porque tenemos la obligación de incorporar nuevos públicos.

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