La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a través del Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU- Ecoaqua), marca la pauta del desarrollo de los cultivos marinos en España, al liderar dos de los tres proyectos del Plan Nacional de Acuicultura del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, dirigido al desarrollo "ordenado y sostenible" de la actividad acuícola en el país para contribuir a la expansión y potenciación de este sector, considerado como actividad de futuro en la Unión Europea.
En este marco, el Ministerio lanzó el pasado mes de septiembre, una convocatoria para proyectos de investigación, innovación y desarrollo tecnológico para toda España, de los que finalmente se concedieron tres para desarrollar en dos años. Dos de ellos están liderados por la ULPGC, y financiados con más de 1.300.000 euros.
"Se trata de dos iniciativas que entran dentro del plan de desarrollo de la Acuicultura en España, y que están muy relacionadas con el sector empresarial, porque aunque gozan de una base científica muy importante, tiene una aplicación clara de cara al desarrollo empresarial de la acuicultura en nuestro país", indicó Marisol Izquierdo, directora del grupo de investigación en Acuicultura del Instituto Ecoaqua.
En concreto, uno de los citados proyectos, coordinado por el investigador Javier Roo, tiene como objetivo la diversificación de la acuicultura española mediante la optimización del cultivo de medregal, o seriola dumerilli. En el mismo participan, además de Canarias, investigadores de Andalucía y Galicia. Está subvencionado con 796.669,43 euros.
"Es una acción dirigida a transferir, a nivel empresarial, las técnicas de producción que hemos desarrollado en Canarias, en la Universidad de Las Palmas, de una especie nueva, conocida como el medregal o seriola. Lo que queremos hacer ahora es extender estas técnicas a otras comunidades españolas, para impulsar la producción de seriola a nivel empresarial. Nuestra meta es desarrollar en los próximos dos años esa nuevas experiencias de producción, con la tecnología desarrollada en el Instituto Ecoaqua", apuntó Izquierdo.
El segundo proyecto tiene como finalidad extender la producción de una dorada de gran calidad, seleccionada genéticamente para mejorar en sabor y calidad nutritiva.
Esta iniciativa está coordinada por el investigador Juan Manuel Afonso, y en la misma participan, junto a Ecoaqua, investigadores de Andalucía, Murcia y Valencia (Ifapa, IEO, CSIC...) y las empresas Adsa, Culmasur, Pimsa, Maresa y Servicios Atuneros del Mediterraneo. El proyecto está financiado con 577.109,87 euros.
El cultivo de dorada tiene una importante tradición en España, que actualmente se sitúa como el segundo país productor de la Unión Europea en esta especie; y Canarias sobresale, no sólo por su producción, sino por la investigación que se ha generado en este campo a través del grupo de investigación en Acuitura del Instituto Ecoaquea de la ULPGC, fundamentalmente en la mejora genética de la especie para producir una dorada gourmet, de altísima calidad.
"Con este proyecto, queremos establecer un plan nacional de producción de una dorada más adaptada a las condiciones de cultivo a través de técnicas de selección genética , de forma que su crecimiento es más rápido y mejor, su aporte nutritivo es más rico y, en definitiva, tienen una alta calidad al ser animales mejorados genéticamente", subrayó Marisol Izquierdo, quien apuntó que en esta línea llevan trabajando en la Universidad de Las Palmas 15 años. "A través de la selección genética, se coge los mejores reproductores y obtenemos animales fuertes, sabrosos... El resultado es un producto de alta calidad y de alto rendimiento que nos distingue de otros países".
Este proyecto se enmarca dentro del programa de mejora genética Progensa, una iniciativa que comenzó su desarrollo en 2009, con financiación del Ministerio de Medio Ambiente, Marino y Rural. Desde entonces, ha llevado a cabo generaciones de selección genética clásica, habiendo proporcionado al sector empresarial español alevines de mayor crecimiento y mejor calidad. Producen descendientes cuyo talento genético es ocho veces superior para crecimiento y 40 veces superior para ausencia de deformidades que peces coetáneos que no han sido sometidos al proceso de selección genética.
