El día 5 de enero es especial. Al despertar -si se consigue dormir la noche anterior- los nervios ya asoman para acompañar a pequeños, y a los que no lo son tanto, durante al menos 24 horas. En la atmósfera se palpa un clima especial y la magia recorre cada esquina mientras las sonrisas y los deseos son protagonistas. Ayer, los niños de Telde tuvieron una jornada de ensueño desde que comenzó el día, y durante la cabalgata vieron a los más esperados del año, los tres Reyes Magos recién llegados de Oriente cargados de oro, incienso, mirra y toneladas incontables de ilusión. Entre cartas de última hora y música incesable, sus majestades sin camellos se hicieron con el municipio.

Un poco después de las diez de la mañana, Melchor, Gaspar y Baltasar aterrizaron en el Aeropuerto de Gran Canaria. En coches descapotables antiguos pusieron rumbo a los barrios teldenses para saludar, antes del gran jolgorio, a las familias de la localidad. A mediodía, pequeños de todas las edades esperaban ansiosos a los protagonistas del día en el parque Franchy y Roca donde las autoridades municipales hicieron en-trega de la gran llave mágica capaz de abrir las puertas de todos los hogares de la ciudad. Alrededor, castillos hinchables, payasos, talleres, globos en cada espacio y los personajes de la Patrulla Canina tan adorada por los niños, formaron una entramada cargada de felicidad.

Entonces, con el estómago cerrado para pegar bocado y los nervios a flor de piel, a las 18.30 horas el anunciador de la cabalgata dio comienzo al espectáculo mientras hacía sonar su campana. La Casa de la Juventud fue el punto de partida de seis carrozas, unos 200 figurantes y los Reyes Magos que por segundo año recorren las calles del municipio sin camellos. Pastorcitos con sus ovejas, auténticos canarios, personajes reconocidos, zancudos, los romanos que nunca faltan y esa guinda del pastel formada por los pequeños y su inocencia, capaces de hacer brillar esta celebración anual en la que los que se van haciendo mayor entregan sus chupas para que algún regalo más caiga en la noche de los niños.

Tras la ofrenda por parte de su majestades en el belén de San Gregorio y una vez finalizado ese reparto de amor en cada vía por la que pasaron, el parque Fran-chy y Roca aguardaba para des-pedir hasta el año que viene esta fiesta deseada por todos y, a continuación, dar comienzo a una nueva fase del festejo, porque esta fiesta en Telde se disfruta por todo lo alto. De esta forma, el cantante Toni Pérez puso en pie a niños y mayores en la plaza de San Gregorio con su música y rodeados de una feria de artesanía que vio como los transeúntes valoraban trabajos hechos a mano y por amor al arte.

Bicicletas, muñecos, videojuegos u ordenadores, entre un sinfín de artículos que completan esas cartas ansiadas durante todo el año y que escriben los pequeños para compensar 365 días portándose bien ante la mirada inexplicable de Melchor, Gaspar y Baltasar, siempre huyendo del carbón. Así, lleguen o no los regalos materiales más ansiados, cualquiera que sienta la víspera de Reyes de corazón sabe que la magia que se vive es el tesoro más preciado que se puede recibir. ¡Feliz día de la ilusión y que el amor sea el mayor regalo en cada hogar!