Otra cosa no, pero los chiquillos cuidan bien de los Reyes Magos, a quienes dejaron ayer todo tipo de alimentos y bebidas para hacer más llevadera una de las noches más mágicas en las que van a contrarreloj.

Galletas, queques, plátanos, o gofio fueron tan solo algunas de las sugerencias que algunos de los miles de pequeños que acudieron ayer a la Cabalgata tenían previsto dejar en sus hogares como muestra de gratitud y cariño hacia Melchor Gaspar y Baltasar.

Por supuesto, no se olvidaron de sus camellos que, aunque no estuvieron en el desfile, también tuvieron su aperitivo de hierbas, zanahorias y agua.