Una herramienta desarrollada en tecnología web que permite al usuario operar con ella sin que se requiera esfuerzo o un conocimiento específico más allá de cómo funciona. "Trabajamos con plataformas digitales, tecnología web, que es una ventaja para no estar anclado a un ordenador, si tienen internet, tienen acceso como usuario, te registras y ya se puede operar con los préstamos y devoluciones", explica la portavoz de Proyecto Edisea.
Cada Ampa tiene un acceso como usuario y contraseña, y su operativa es sencilla. "Está concebida para que no genere rechazo. Se piden dos datos siempre, y solo con poner el nombre de la plataforma de préstamos en un centro en particular, se generan dos parámetros: cuántos libros están registrados y cuantos préstamos se han gestionado". La empresa desarrolladora continuará prestando asesoramiento a todos los miembros de la comunidad escolar que participen del sistema de intercambio de libros hasta 2018.
En esta fase, concebida como test colectivo para medir la implicación de las Ampas en el proyecto, cuantificar y etiquetar los libros de texto con los que se cuenta para el próximo curso, el principal objetivo es "organizar los recursos". Desde Proyecto Edisea se ha asumido la directriz que les transmitó el Cabildo de que "este proyecto no quede en el propio centro". A este respecto, Celeste Hernández señala que "por ejemplo, a lo mejor mi centro este año hay libros q ue no voy a utilizar porque no lo necesitan los alumnos, pero esos libros existen y se ponen a disposición de otros centros cuyos alumnos si los demandan".
Logicamente, la actividad de la plataforma y del propio Banco de Libros de Gran Canaria, tendrá dos picos al año, que se concentran al final y comienzo del curso escolar.
"Hay que rentabilizar los centros", esa es la idea porque la dinámica del proyecto va vinculada al propio proyecto, y muchos colegios son conscientes del esfuerzo económico que supone para las familias que los libros se cambien cada cuatro años, así se estiran un poco, y tienen una vida mayor".
