Más de un mes después de que el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, rompiera el pacto en el Ejecutivo con el PSOE, el director general de Salud Pública, Ricardo Redondas, decidió presentar ayer su dimisión ante el nuevo consejero de Sanidad, José Manuel Baltar. Su decisión, argumenta, se basa en la falta de sintonía con las nuevas líneas de trabajo de la administración regional en materia sanitaria: "No me siento implicado ni vinculado con el nuevo equipo", resume Redondas.

El director general de Salud Pública explica, tras anunciar su decisión, que desde que se anunciara la destitución de los consejeros socialistas en el Gobierno canario, varios de los altos cargos de las áreas afectadas solicitaron también su cese, pero en ese momento no fue posible. "Nos pidieron que temporalmente nos quedáramos porque eran momentos complicados, entre las fechas navideñas y el cierre de año", señala Ricardo Redondas, quien añade que "ya ha pasado demasiado tiempo y sigue sin haber movimiento en el área".

"Espero que se acepte cuanto antes mi dimisión y se designe a la persona que me suceda en el cargo", alega el director general, quien puntualiza que "las declaraciones en los medios de comunicación en los últimos días hacen dudar de las políticas sanitarias que quiere este equipo". Al respecto, defiende con ahínco que "el sistema sanitario debe ser público y universal" y que es "imposible e incómodo verlo de otra manera".

Cruce de acusaciones

Durante los últimos días se han sucedido declaraciones de cada una de las partes en las que tanto nacionalistas como socialistas se han acusado mutuamente de pretender diferentes recortes o modificaciones en las políticas sanitarias del Archipiélago. Al respecto, el director general de Salud Pública considera que "lo que sale a la luz es el eje del malestar acumulado meses atrás" y añade que "se vio tensión en ese momento y ahora se sabe por qué".

En concreto, Ricardo Redondas tiene claro que parte de los problemas en las Islas se inician en las propias políticas que defiende cada equipo: "En el Gobierno se ponía sobre la mesa un problema de gestión y nuestro equipo hablaba de que eso es importante pero es inviable si no se cuenta con recursos".

"El presupuesto es insuficiente para hacer frente a los retos que tiene el sistema sanitario del Archipiélago", sentencia el director general de Salud Pública, quien recuerda que el exconsejero de Sanidad, Jesús Morera, "había demandado un aumento de 240 millones de euros y no se admitió. Las partidas son inferiores al gasto real, lo que impide afrontar la cantidad de retos a los que se enfrenta la sanidad canaria para salvar el bache existente entre el Archipiélago y el resto de comunidades autónomas", comenta el director general antes de insistir en que "con gestionar mejor no basta".

El problema, a su juicio, se incrementa precisamente en el área que ha estado bajo su mandato durante el último año y medio: "Salud Pública es la hermana pobre", lamenta Redondas, quien reconoce que "cuando el sistema sanitario se tensa, las inversiones y las acciones se centran en el nivel asistencial, en las consultas y en los hospitales y no en la sanidad más preventiva".

A pesar de ello se muestra "satisfecho de haber potenciado distintas iniciativas en materia de salud pública" aunque reconoce que "en esta área cuesta más ver los resultados". En cualquier caso, insiste en que su dimisión y cese es lo más acertado puesto que "no estaría cómodo en este nuevo equipo, es una cuestión moral y de política".