Su álbum Contra las cuerdas viste sus canciones de siempre con nuevos sonidos. ¿Por qué quisieron dotar de una segunda vida a su repertorio?
Contra las cuerdas nace con la intención de refrescar y lavarle la cara a muchas de las canciones que llevamos tocando toda la vida. Lo que hemos hecho ha sido, simplemente, deshacer las canciones y rehacerlas, con un formato que llevamos escuchando toda la vida, que son los típicos unplugged, más reposados, que nutren muchos de nuestros discos de cabecera. Esto no quiere decir que nuestros próximos discos vayan a ser en acústico sino que, simplemente, hemos hecho un ejercicio de reinvención para poder presentar de una manera diferente algo que llevamos haciendo ya muchos años.
Su grabación se produjo en directo en la Sala But de Madrid, ante un público reducido. ¿Cómo fue la experiencia?
Pues fue una experiencia muy novedosa y muy positiva. Lo normal, cuando te metes a grabar un disco, es que te tires varias semanas encerrado en un estudio y nunca sabes bien cuándo parar, porque tienes que cuidar muchos detalles. En el caso de este disco, sí estuvimos encerrados ensayando, pero la grabación del disco duró sólo una tarde, así que la sensación fue un poco rara, porque en el momento en que termina el último acorde, ya has terminado de grabar el disco. Entonces, fue una experiencia diferente, un reto. Quizás, a la hora de tocar, estamos más acostumbrados a los decibelios a tope y los amplificadores al 11, pero esto fue un ejercicio de retrospección, de bajar las revoluciones e intentar que las canciones sonaran con lo mínimo.
¿Cómo reproducirán este formato intimista en The Paper Club, en la capital grancanaria?
El concierto que daremos en Gran Canaria está a medio camino entre lo que es el disco, tal cual se grabó en acústico, y el formato eléctrico, que es lo que hemos estado haciendo durante la gira. Como podemos reproducir el formato de los teatros en todos lados, buscamos una fórmula híbrida, que es lo que vamos a presentar en Gran Canaria. Y como Contra las cuerdas ya es de por sí un recopilatorio, no vamos a añadir mucho más de discos anteriores, pero quizás sí revisemos temas más eléctricos. La idea es que este álbum recoge casi al 100% nuestro repertorio esencial.
Carlos Tarque, César Pop, Leiva, Iván Ferreiro y Dani Martín incorporan sus voces en el disco. ¿Cómo se articularon estas colaboraciones?
En los 10 años de carrera que llevamos en la música hemos coincidido con un montón de amigos y, por suerte, nos llevamos bien con el 99'9% de ellos. Así que fue complicado escoger porque, si todos los que hubiéramos querido que colaboraran lo hubiesen hecho, ¡nos habría quedado un disco de 25 temas y todos con colaboraciones! Entonces, tuvimos que cortarnos un poco e incorporar las voces que teníamos más cerca. Para nosotros fue una experiencia increíble: de repente, esos artistas que llevas escuchando desde que eras pequeño y que te han inspirado a la hora de componer se sientan a tu lado a vestir tus canciones. Y que luego, encima, las vistieran así de bonitas, fue una experiencia inolvidable.
Este álbum coincide con el 10º aniversario de Sidecars en la carretera. ¿Es difícil sobrevivir en esta industria?
Sí, este disco es como una fiesta de graduación, que es como nos gusta llamarlo. Nuestro balance es positivo porque seguimos en pie, lo cual es un lujo, porque lo difícil en esta profesión es aguantar, tal y como están las cosas. Lo más duro no es salir a la carretera, sino mantener una banda completa, compaginándola con otros trabajos hasta el momento en que te puedes dedicar al 100% a ello. Por eso, nuestro balance es muy positivo, porque hemos conseguido mantener el tipo y aguantar hasta hoy. En nuestro caso, hemos estado compaginando la música con otros trabajos hasta hace prácticamente unos meses, así que todo es nuevo para nosotros.
En su opinión, ¿cuál representa el mayor perjuicio para la música hoy en día?
Yo creo que el IVA cultural es lo que más está castigando a la música y a la cultura, ya no sólo a los artistas, sino al propio público, que asume el encarecimiento de las entradas. Ahora hay muchas giras que se quedan en nada porque es muy difícil mantener las infraestructuras con ese 21% de IVA. A la hora de ir a tocar un sitio, si tienes que subir mucho el precio de las entradas se hace todo muy difícil porque, normalmente, en una gira no van sólo los músicos, sino también los técnicos o productores, y la carga para la banda, a la hora de sacarlo todo adelante, es muy costosa. Y todas esas taras derivadas de ese IVA no hacen sino complicar más las cosas.
¿En qué momento se encuentra Sidecars? ¿Un recopilatorio como Contra las cuerdas es un signo de consolidación?
Uy, pues no lo sé, sí que hemos notado mucha mejoría a partir de este disco, porque quizás nos hemos abierto más al público. Además, hemos entrado en radios, cosa que antes no habíamos hecho nunca. Y nos encontramos en una posición mejor, indudablemente, a la de hace cuatro o cinco años, pero todavía nos queda mucho por hacer. Nosotros sí nos vemos consolidados, pero llevamos tanto tiempo viéndonos desde dentro que es el público quien tiene que decirlo. Pero de puertas para fuera sí sentimos que todavía nos queda mucho trabajo por hacer. Y estamos en ello.
¿Cuáles serán los próximos pasos de la banda y en que fase se encuentra su próximo disco?
Estos son los últimos coletazos de la gira de Contra las cuerdas, porque ya llevamos casi 80 conciertos de presentación de este disco. No vamos a parar la gira como tal, pero sí estamos empezando a preparar el disco nuevo y estamos centrándonos más en eso. Mientras tanto, no vamos a dejar de tocar estas canciones y seguiremos haciendo fechas concretas en conciertos y festivales, pero la intención es respirar un poco y bajar el volumen de fechas. En lo que llevamos de año ya hemos tocado como 10 o 12 veces, así que es mucha tralla la que llevamos encima. Y bueno, de momento no podemos adelantar nada del nuevo disco, porque está en fase beta, como se dice en los videojuegos (Risas). Estamos en el principio absoluto, pero cuando grabamos Contra las cuerdas ya estábamos preparados para grabar un disco de estudio, así que lo hemos retomado donde lo dejamos y vamos poco a poco, estructurando las canciones desde abajo. Y con muchas ganas de entrar a grabar, pero también de seguir tocando.
