Un exalumno del Colegio diocesano Juan XXIII, de Zamora, cuenta ante las cámaras cómo vio con sus propios ojos al cura José Manuel Ramos Gordón abusar de uno de los estudiantes. Es el primer testigo de lo que ocurría en el centro de Puebla de Sanabria que cuenta lo que vio.

Este interno del centro a finales de la década de los setenta relata también la reacción de Chema, como era conocido el sacerdote denunciado por su conducta más tarde en el Seminario menor de Astorga, al apercibirse que había sido descubierto.

Hay que recordar que la semana pasada se conocieron detalles de este caso al saberse que el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, había apartado de su puesto a un sacerdote por considerarlo responsable del primer caso de pederastia reconocido por la Santa Sede en Castilla y León.

José Manuel Ramos Gordón, párroco de Tábara, permanece apartado de las parroquias desde el 1 de julio de 2016 por cometer abusos sexuales, al menos, contra dos hermanos gemelos menores de edad durante el curso 1988-1989, cuando era profesor en el Seminario Menor de La Bañeza. Aunque la Iglesia ha actuado, la justicia ordinaria no podrá hacerlo pues los hechos están prescritos.