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Ciencia

El porcentaje de mujeres investigadoras en Canarias, entre los más bajos del país

El informe 'Científicas en Cifras 2015' subraya que el desequilibrio de género en el Archipiélago es pronunciado en el sector de la administración pública

El porcentaje de mujeres investigadoras en Canarias, entre los más bajos del país

El sábado, 11 de febrero, se celebrará el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una iniciativa promovida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) que busca lograr el acceso y la participación plena y equitativa para el género femenino en el sector. La realidad, más allá de jornadas reivindicativas, muestra que aún queda mucho camino por recorrer para romper el desequilibrio. Así lo refleja el informe Científicas en Cifras 2015, un documento presentado esta semana por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I) en el que se apunta que el porcentaje de mujeres investigadoras en España es del 39 por ciento, un dato que -aunque supera en seis puntos a la media de la UE (del 33 %)- sólo ha variado unas pocas décimas en la última década. Y entre esos datos nacionales, Canarias no queda muy bien parada: registra los números más bajos del país.

Elaborado a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre actividades I+D, la memoria subraya el porcentaje de mujeres científicas en el Archipiélago alcanza una cota del 38 % sobre el total de los tres sectores analizados (administración pública, empresas y enseñanza superior). Por comunidades autónomas, sólo dos presentan peores registros que las Islas: Castilla-La Mancha, que se queda en un 36 %, porcentaje que calca País Vasco. En esa lista, sólo Baleares y La Rioja se acercan al equilibrio de género -en ambas regiones hay un 45 % de científicas contratadas a jornada completa-.

Si la media nacional de mujeres investigadoras en España apenas ha aumentado unas décimas durante la última década, en Canarias -entre 2012 y 2014-, el porcentaje sólo registró un incremento de un punto porcentual: del 37 al 38%. En esa frontera también se han quedado otras cinco comunidades autónomas (además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla): Asturias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid y Navarra. Por encima de los números del Archipiélago sobresalen, además de Baleares y La Rioja, Cantabria (41 %), Castilla y León (41 %), Galicia (40 %), Cataluña (40 %), Murcia (39 %) y Andalucía (39 %).

Las conclusiones de Científicas en Cifras 2015 alertan sobre la desigualdad de género en las Islas en varios sectores. "El análisis por sectores muestra otras diversidades interterritoriales", destaca el dosier antes de recalcar que "en el sector de la administración pública, La Rioja (59 %) y Asturias (53 %) son las que tienen mayor proporción de investigadores, pero hay dos comunidades autónomas donde todavía no se ha alcanzado el equilibrio de género: Canarias y Castilla-La Mancha (ambas con un 37%). Además, el documento desgrana que "en cuanto al sector empresarial ninguna [región] ha alcanzado el equilibrio de género, pero las que mayor proporción de investigadoras tienen son La Rioja (36 %) y Extremadura (34 %); y en el otro extremo, por debajo del 30 %, figuran Navarra (26 %), Baleares y Cantabria (ambas, 27 %) y Canarias (29 %).

El informe también determina, en el cómputo general, que la ratio de personal técnico y auxiliar en I+D en relación al personal investigador continuaba en 2014 siendo mayor para las mujeres (0,70) que para los hombres (0,60), "lo que indica", según el estudio, "que persiste la segregación vertical [las dificultades que tienen para poder desarrollarse profesionalmente]". En este apartado, las mayores brechas se dan en las universidades y la administración pública.

Segregación horizontal

El documento presentado por la oficina dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad también advierte que la segregación horizontal -por la que las mujeres se concentran en puestos de trabajo que se caracterizan por una remuneración y un valor social inferiores- en áreas científico-tecnológicas (en 2014) tendía a ser mayor en la administración pública que en universidades. "En Ciencias de la Salud, que es el área donde más se concentran las investigadoras e investigadores de la administración pública", señalan las conclusiones del parte estatal, "la brecha entre ellas (44 %) y ellos (32,1 %) es de casi 12 puntos -superando en 1,8 puntos a la de 2008-; mientras que la tasa de investigadoras en universidades (17,3 %) sólo difiere en 1,3 puntos de la de investigadores (16 %), como en 2008."

Por nacionalidades, según recoge el informe, tanto en universidades como en la administración pública hay equilibrio de género entre el personal investigador de nacionalidad española y en el procedente de América Central y del Sur, pero sobresale una infra-representación de mujeres procedentes de Asia y Oceanía. "Y entre quienes vienen del resto de países de la UE, resto de Europa y Norteamérica", prosigue, "hay equilibrio de género en el caso de las universidades e infra-representación de mujeres en la administración pública, mientras que en el caso de África el patrón es a la inversa".

Científicas en Cifras 2015 observa que desde el inicio de la carrera investigadora, a partir del número de alumnos matriculados en las universidades públicas, las mujeres representan un 54 % del alumnado, frente al 46 % de hombres; la proporción sube en los matriculados a un máster (58 % mujeres frente a un 42 % hombres).

En el siguiente escalón, el de las tesis doctorales leídas por mujeres, en 2015 la proporción de hombres y mujeres fue del 50 % por primera vez desde que hay datos. Sin embargo, a partir de ahí, cuanto mayor es el grado de responsabilidad, mayor es el sesgo de género.

Según los datos del informe, el 79 % de los cargos de dirección y cátedras de las universidades públicas están ocupados por hombres y solo un 21 % por mujeres, una proporción que, sin embargo, no es tan acusada en los centros privados donde los varones suponen el 57 % de estos puestos frente al 43 % de mujeres.

La brecha en los órganos de gobierno es definitiva: en 2015 sólo había una mujer rectora en toda España (en la Universidad de Granada), y ninguna dirigía alguno de los ocho Organismos Públicos de Investigación (OPI). En 2016, el número de rectoras ya ha ascendido a tres: a la de Granada se suman la de la Universidad Autónoma de Barcelona y la del País Vasco.

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