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Canarias, un ropero de talentos

Paco Delgado, Tatiana Hernández y Paola Torres engrosan la nómina de figurinistas premiados

El color de la alfombra roja. LA PROVINCIA / DLP

El talento cinematográfico de acento canario cuenta con algunos nombres destacados que jalonan distintas disciplinas, como la producción, la dirección o la interpretación, pero que, desde hace algunos años, brilla con luz propia en el terreno del figurinismo.

La concesión de un nuevo premio de la Asociación de Directores de Escena de España (ADE) a la figurinista aldeana María Araujo, consolidada en el diseño de vestuario en la escena teatral española, llega casi dos semanas después de que el premio Goya a Mejor vestuario recayese en el trabajo de la diseñadora grancanaria Paola Torres para la película 1898. Los últimos de Filipinas (Salvador Calvo, 2016).

La diseñadora grancanaria se suma así a la nómina de figurinistas isleños premiados por la Academia de cine española, que encabezan el lanzaroteño Paco Delgado y la tinerfeña Tatiana Hernández. Ambos atesoran dos premios Goya, -junto con otras tantas nominaciones-; sus diseños han vestido a los personajes de grandes cineastas como Pedro Almodóvar o Álex de la Iglesia; y ambos han desfilado por la alfombra roja de Hollywood. Además, en el caso del primero, ha sido como nominado al premio Óscar en dos ocasiones, nada menos. Y aunque a los cuatro nombres, junto con el de Araujo, les une su raíz isleña, todos comparten también el cultivo de sus respectivas trayectorias artísticas fuera de las Islas.

La aguja de Paco Delgado ha sido la primera en enhebrar una exitosa carrera con proyección internacional, si bien fue uno de sus directores de referencia, Álex de la Iglesia, quien manifestó en la presentación de Balada triste de trompeta: "Es miserable que tenga que llegar una película masiva y un Oscar para que sea reconocido".

Entre linos y algodones, el lanzaroteño inauguró su vuelo en 2004 con Crimen Ferpecto, de De la Iglesia, con el que ha trabajado en varias ocasiones, pero su nombre comenzó a sonar a partir del éxito de la cinta Blancanieves (Pablo Berger, 2012), ganadora de 10 premios Goya, entre ellos, el de Mejor vestuario para Delgado. Además, ese mismo año, el figurinista obtuvo su primera nominación al Óscar por su trabajo en Los miserables (Tom Hooper, 2012), ante el que finalmente se impuso el guardarropa clásico de Jacqueline Durran para Anna Karenina (Joe Wright).

A partir de entonces, Delgado se erigió en un habitual de las quinielas goyescas, donde volvió a imponerse con un segundo Goya por el vestuario de Las brujas de Zugarramurdi (Álex de la Iglesia, 2013). Y luego, tres años después, el diseñador volvía a desfilar por la alfombra roja por el vestuario de La chica danesa (Tom Hooper, 2015), otro hermoso reto que, en esta ocasión, recayó en el vestuario de Mad Max: Furia en la carretera.

Por su parte, la tinerfeña Tatiana Hernández fue la primera figurinista canaria en obtener una nominación al Goya, en 2004, por la película La gran aventura de Mortadelo y Filemón (Javier Fesser), que obtuvo cinco de los seis premios, excepto el de la tinerfeña. Y seis años después, en 2010, fue la primera canaria en alzarse con un Goya por el vestuario de Lope (Andrucha Waddington).

Además, en 1998, Hernández pisó la alfombra roja de Hollywood como directora de arte del filme Esposados, del tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo, primer corto español nominado al Óscar, con quien volvía a trabajar en su debut con el largometraje Intacto (2001).

Desde entonces, Hernández ha trabajado en un nutrido número de películas a las órdenes de directores como Isabel Coixet, Pedro Almodóvar o Daniel Sánchez Arévalo. Además, fue nominada por el vestuario de Los amantes pasajeros (Pedro Almodóvar, 2011), pero fue su trabajo en El Niño (Daniel Monzón, 2014) lo que le reportó su segundo Goya.

Con todo, la figurinista Paola Torres se suma a esta terna con su primer Goya por el vestuario de 1898. Los últimos de Filipinas, su segunda nominación después de Mi gran noche (Álex de la Iglesia, 2015). Y en 2016 se significó, además, por diseñar el vestuario de varias películas con vinculación canaria, como El tiempo de los monstruos (Félix Sabroso) y La punta del iceberg (David Canovas). En 2017, reincide con De la Iglesia en El Bar y Perfectos desconocidos.

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