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Entrevista a Claudio Guzmán

"Cualquier signo de cierre de fronteras no es cristiano ni humano"

"El majorero Fray Andresito se ganó el respeto de los chilenos por su dedicación a los pobres", asegura el religioso franciscano, prior del Convento de la Recoleta de Santiago de Chile

"Cualquier signo de cierre de fronteras no es cristiano ni humano"

¿Fuerteventura y Chile comparten la devoción por Fray Andresito?

Por supuesto. Se ha ido haciendo un camino. Esta es su cuna, su tierra, muchas de las cosas que Fray Andrés hace en su apostolado, sobre todo el curativo, preparando pócimas, yerbas para que la gente lo aprenda en su hábitat natural. Desde allí, el vicepostulador, el padre Juan Rodreño, ha hecho un contacto con el Cabildo de Fuerteventura que ha permitido ir haciendo un camino de cercanía e incluso personas de la isla han visitado el Convento Franciscano de la Recoleta de Santiago de Chile, donde reposan los restos de San Andrés. Esto también será un camino que tenga que ir creciendo en un momento muy importante de la causa en la que estamos todos vinculados, que no es otra cosa que la beatificación de Fray Andresito.

¿La declaración del papa Francisco de declarar venerable a Fray Andresito supone un avance ideológico para las dos comunidades cristianas?

Por supuesto. La declaración del 8 de julio pasado establece un punto de inflexión en la causa que significa, por una parte, un motivo de mucha alegría después de tantos años de trabajo, y en segundo lugar, como somos capaces de estrechar vínculos que nos permitan la difusión de la causa de conseguir lo que queremos, que no es otra cosa que ver la imagen de Fray Andrés en los altares de la iglesia, no solo en Chile sino a nivel universal.

¿Cuánto tiempo puede transcurrir para alcanzar la beatificación?

No hay un tiempo determinado. Ojalá se haga un milagro y se pueda estudiar en breve plazo nuestra petición, y que el Santo Padre autorice muy pronto la beatificación.

¿De qué depende para concluir este proceso?

Del trabajo que nosotros hoy día hacemos en socializar la imagen de San Andrés. En Chile tenemos un contacto cotidiano con personas de acogida, enfermas que van en busca de sanación y de salud bajo la intercesión de San Andrés, hemos recibido ejemplos y testimonios de sanación que se están estudiando en forma preliminar. No es fácil hoy en día certificar un milagro con todos los avances de la ciencia, no es lo mismo vivir un milagro ahora que hace cien o ciento cincuenta años atrás. Eso complica un poco más el tema. Yo destacaría que esperamos con ansia y mucho deseo la realización de la beatificación, pero no podemos dejar de desconocer que para el común de los cristianos, en Santiago, San Andrés es un santo. Aunque para ellos es Fray Andresito...

¿Qué cualidades destacaría de Fray Andresito?

Reúne todas. Se ganó el cariño y respeto de los chilenos por su generosa entrega a los enfermos, por su dedicación a los pobres, por su absoluta predisposición de ayudar a los más necesitados. La Recoleta es un milagro cotidiano. Es muy significativo el papel de la gente de la calle porque los acogemos en nuestros comedores solidarios que se llaman Fray Andrés. Eso funciona desde la providencia de Dios con el concurso de las clases de Santiago que hacen apostolado allí y de las gente más sencilla que se encuentran compartiendo un mismo espacio y se crean estancias de encuentros, diálogo, abrazos. Esto un milagro que si bien no sirve para la canonización, sirve para encontrar cómo Dios ha ido haciendo camino en San Andrés y éste es un testimonio que nos anima a nosotros, los hermanos, y también a una comunidad cristiana que gira en torno a su figura y que periódicamente va a la Recoleta.

¿Fray Andrés fue un precursor de los sindicatos en Chile?

Sin duda. Muchos autores lo establecen así, pero estamos hablando de los primeros momentos de una forma de agrupar, enseñar e instruirlos en la fe, en la mirada más bien social de la fe cristiana. Si uno pudiera hacer una relectura histórica de los sindicatos Fray Andrés será necesariamente una fuente a consultar y a estudiar su relación con los trabajadores y las clases más necesitadas.

¿Cómo se vive en Chile la transformación que está haciendo el Papa en la Iglesia católica?

A este Papa lo sentimos cercano porque es latinoamericano. Tenemos un lenguaje común y una experiencia de vida común. Fue una un momento de mucha alegría y emoción cuando fue elegido. También con los signos que ha ido dando de cercanía, de romper el distanciamiento que se había producido en los últimos años entre el Pontificado y la Iglesia que se construye en los distintos lugares. Lo vemos con mucha esperanza que esto sea un signo de mayor renovación y de mayor cercanía de la Iglesia hacia el pueblo en general, pero también una transformación que nos lleva a los cristianos a ser más fieles a Jesús, que sin duda es lo más importante. Al final, toda la transformación que pueda hacer la Iglesia si no tiene como resultado una mayor fidelidad a los valores del Evangelio no va a servir de nada. La transformación tiene que producir una mayor fidelidad y radicalidad en los distintos estamentos, sobre todo en el acercamiento de los pastores a su pueblo. Esta es la dirección que el Papa quiere para esta Iglesia moderna que no es otra cosa que salir a la calle y dar a conocer el Evangelio. El cambio depende de todos, no solo del Santo Padre. Él lo propone pero debe tener acogida por parte de toda la jerarquía y del pueblo fiel que construye la Iglesia.

¿Cómo han recogido en Chile la declaración de venerable de Fray Andresito?

Fue una alegría enorme porque Fray Andresito es muy querido sobre todo en Santiago, pero dentro y fuera de la Iglesia. Es un personaje popular en Chile. Esto se recibió con mucha esperanza que reafirma nuestra convicción profunda de que estamos frente a un modelo de santidad único y necesario en el Chile de hoy.

¿Fuerteventura tendrá un lugar destacado en la documentación a aportar al Vaticano?

Por supuesto. Hoy día tenemos que aprender que la devoción a Fray Andrés en Chile también la tiene la gente de esta isla, que lo vio nacer, crecer y despedirse en la búsqueda de un nuevo destino. Yo espero que la Iglesia local pueda hacer un camino con respecto a la socialización de Fray Andrés. Tenemos que promocionar y estar interesados en la figura de San Andrés. Tenemos que hacer nuestro aporte como Iglesia de acompañar la devoción y a los fieles en los momentos significativos que marcan la vida de San Andrés, como testimonio de vida cristiana. Todavía queda un gran trabajo.

Fray Andresito fue un emigrante que se fue a Chile. ¿ Es un ejemplo de este fenómeno tan de actualidad?

El devenir del tiempo y de los últimos años nos dan la certeza de que hoy día es mucho mas importante la figura de San Andrés justamente por el fenómeno migratorio, que ustedes lo viven en el continente europeo y nosotros en Chile con mucha intensidad toda la problemática que esto implica. Aquí tenemos el ejemplo de Fray Andresito, que vive y hace su vida cristiana en una tierra que no es la suya, pero que se transforma en un icono de cercanía, de ejemplo que suscita la admiración de todos. La Recoleta tiene el desafío de abrirse a este nuevo fenómeno migratorio con una imagen tan atrayente y tan sencilla como nuestro fraile. Se abre un nuevo nicho por la causa con todo este fenómeno que ocurre con la inmigración en la persona de Fray Andrés. Estamos frente a un modelo de santidad muy actual y necesario.

Y hoy cuando hay mandatarios como Donald Trump, que quiere construir muros para evitar los movimientos humanos...

Fray Andrés generaba espacios de encuentros y diálogos. Cualquier signo de cierre de fronteras y de disgregación no es ni cristiano ni humano. Por supuesto que estaría en contra de ese proyecto. El hombre, cuanto más abra sus fronteras, mayor se enriquece porque una cultura que se base en la diversidad e integración supone un enriquecimiento personal.

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