Una recolecta de donaciones de la comunidad judía en España permitió ayer el entierro en Israel de Hilde Nathan, superviviente del Holocausto fallecida en Las Palmas de Gran Canaria donde vivió y pidió como último deseo descansar junto a su madre en Tel Aviv.

Sin familia en el país, los medios de comunicación locales hicieron el domingo un llamamiento a los israelíes para que se sumaran a la despedida en el cementerio de Kiryat Shaul, a la que han respondido más de 200 personas.

"Hoy parece que todo el pueblo de Israel se ha unido para darle su último adiós. Vivió sola pero no se fue sola", declaró su única amiga en Israel, Berta, durante el sepelio.

"Las comunidades judías de Canarias y Madrid han hecho aportaciones para poder costear su llegada y nosotros gestionamos que la funeraria pudiera recogerla en el aeropuerto", explicaron a Efe representantes de Unidos por Israel (United with Israel), asociación encargada de los trámites burocráticos del traslado que han durado una semana.

Nathan, nacida en Alemania en 1926, fue deportada en 1942 junto a su familia al campo de concentración de Theresienstadt, en la República Checa. En 1945 comenzaron las conocidas como "marchas de la muerte" o desplazamientos forzosos de miles de prisioneros, poco antes del fin del régimen nazi en 1945. Contaba Nathan que en enero de ese año, vieron construir una instalación sin ventanas, en la que temían ser gaseados, pero el Ejército soviético liberó el gueto.

Tras el entierro de su padre en Alemania, Nathan y su madre se mudaron a Canarias hace 48 años en busca de "calma y paz". "Cuando su madre falleció también en las Islas Canarias le dio sepultura en Tierra Santa y su deseo era ser enterrada junto a ella por lo que ya había comprado el terreno", añadió la organización Unidos por Israel que desde el 14 de febrero, día de la muerte de Nathan, comenzaron a organizar este último adiós.