El éxito al azar conseguido con un paciente obeso que trataba en su consulta de Medicina General en París cambió la vida de(Argel, 1941), quien decidió entonces aparcar su plan de hacerse neurólogo para dedicarse a la nutrición. "Me dijo que quería perder peso pero no dejar de comer carne", evoca el controvertido nutricionista padre de la Dieta Dukan, basada en la ingesta de carne, pescado y verdura, que tiene entre sus seguidores a la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, y a mujeres tan bellas como o Jennifer López, y a políticos como el presidente francés, Francois Hollande, que ha perdido con él 17 kilos. "Y ninguno se ha muerto por mi dieta", espeta irónico este septuagenario esbelto y dicharachero al responder a sus críticos, tras vender, solo en España, más de un millón de ejemplares de su método de adelgazamiento cuya base científica radica, según él, en 200.000 años de cultura alimentaria. Ahora, el doctor Dukan se ha propuesto cambiarlo todo en seis meses enseñando a las embarazadas a alimentarse para frenar las tres plagas que, asegura, azotan al día a día moderno: la obesidad, el sobrepeso y la diabetes. Las recetas de su fórmula mágica aparecen en Los seis meses que pueden cambiar el mundo y el futuro de mi hijo (Libros Cúpula), donde aconseja a las futuras madres comer de todo como sus abuelas y desechar los alimentos procesados.
Doctor Dukan, ¿cómo pretende usted cambiar el mundo en seis meses?
Dando la herramientas necesarias a las embarazadas para que dejen de traer al mundo niños predispuestos al sobrepeso, a la obesidad y a la diabetes.
Las plagas de hoy, según usted.
Exacto. En el mundo ya hay dos mil millones de personas con sobrepeso y 700 millones de diabéticos. El sobrepeso, la obesidad y la diabetes causarán la muerte a 75 millones de personas.
¿Cómo comenzó esta plaga?
En 1970, cuando los científicos norteamericanos declararon la guerra a la grasa y ensalzaron erróneamente las virtudes de los hidratos de carbono aliados con la industria alimentaria dedicada a los refinados.
¿Son buenas las grasas?
En Francia, Italia y España siempre se han tomado grasas buenas y hemos sido menos obesos que los norteamerica- nos, que han basado su dieta en la ingesta de glúcidos que llegan a la sangre demasiado deprisa y alteran el funcionamiento del páncreas.
¿Cómo reacciona el páncreas ante ese exceso de glucosa?
Primero la convierte en grasa, es decir, te hace engordar, y más tarde, cuando está totalmente agotado y apenas funciona, provoca la diabetes.
¿Está en el periodo de embarazo la causa de nuestros principales problemas de salud?
En cierta medida sí y todo vuelve a estar relacionado con el páncreas, que no aparece en el feto hasta el primer día del cuarto mes de gestación. Entre ese cuarto mes y el quinto, las células aprenden a fabricar insulina durante esos dos meses y la primera gota de insulina sale al final del quinto mes. Si durante esos dos meses, el cuarto y quinto de gestación, la embarazada se alimenta de productos procesados y consume azúcar en exceso, está enseñando a las células del páncreas del bebé a almacenar demasiada insulina, lo que hará dividirse a esas células y el bebé nacerá con un páncreas más grande de lo habitual. El niño estará por lo tanto más predispuesto durante toda su vida a ser obeso y a padecer de diabetes.
¿Se refiere usted a las células llamadas adipocitos?
Exacto. Son células que no dejan de ser depósitos de grasa.
Así que si duplico los adipocitos en el vientre materno no podré librarme nunca de ellos ni del sobrepeso que me provocan.
Cuando un adipocito ya no tiene capacidad de agrandarse más lo que hace es duplicarse. Podremos perder grasa de uno de esos depósitos pero ya no podremos anular una de esas células. Es como agrandar un parquin en el que habrá más espacio para aparcar más coches.
¿Qué opina de que ahora se prohíba a las embarazadas comer jamón?
No veo ninguna razón para ello. Se puede comer jamón y si es de buena calidad, mejor que mejor.
¿Cuál es su gran recomendación para que las mujeres traigan hijos sanos al mundo?
Lo que les aconsejo es que coman lo mismo que comían sus abuelas: alimentos lo más natu-rales posible y que huyan de los hidratos de carbono refinados.
¿Por qué hay que tomar productos integrales y prescindir del azúcar blanco, el pan blanco, la pasta blanca y el arroz blanco? ¿Dónde está la maldad de lo "blanco"?
Todo está relacionado con el índice glucémico y la velocidad de penetración del azúcar en la sangre. Cuanto más refinado es el alimento es más blanco y su índice glucémico es mayor, lo que acelera la asimilación de ese alimento en la sangre y hace que el organismo carezca de tiempo para asimilar ese carburante que es el azúcar. Con tanta rapidez se produce una peligrosa acumulación de glucosa en sangre. Hay que evitar el pan blanco, los cereales procesados y la pasta excesivamente cocinada. La pasta, mejor cocinarla al dente. También hay que dejar de lado las bebidas azucaradas.
¿Y los zumos de fruta?
La fruta es mejor comerla entera. Cuando la exprimimos dejamos de ingerir la fibra, que retrasa la entrada de la glucosa en la sangre. Un zumo es una inyección de azúcar en vena.
¿Por qué defiende a capa y espada el consumo de salvado de avena?
Porque sacia, cuando llega al intestino se pega a las grasas y a los azúcares que después salen en las deposiciones, y porque no llega a la sangre rápido. Mis críticos dicen que lo vendo como un producto mágico.
¿Existen productos mágicos?
Yo no los conozco pero sí existen ciertos superalimentos como las nueces, que son ricas en grasas Omega-3.
Dígame, señor Dukan, por qué tengo que fiarme de su dieta. ¿Tiene acaso base cien- tífica?
La base científica de mi dieta para perder peso está en la naturaleza humana y en los más de 200.000 años de cultura alimentaria a la que hoy hemos dado la espalda.
He llegado a leer que su dieta puede producir mal aliento, fatiga y hasta la muerte súbita.
¿Cómo puede producir la muerte una dieta basada en el pescado, la carne y la verdura? Esas críticas llegaron de los nutricionistas españoles, a los que no les cayó muy bien que yo vendiese en poco tiempo un millón de ejemplares de mi dieta.
¿Qué le dicen Gisele Bünd-chen y Jennifer López?
Gracias por hacernos perder peso. Estoy muy orgulloso de que estas mujeres tan bellas con- fíen en mí, lo mismo que Kate Middleton o François Hollande, que ha perdido 17 kilos. Ninguno de ellos se ha muerto por seguir mi régimen.
Gisele Bündchen asegura que nunca siguió la dieta Dukan
¿Cuál es el secreto de su fórmula?
Adelgazar rápido, no pasar hambre y no volver a recuperar el peso perdido. Todo se hace en cuatro fases: dos dedicadas a la pérdida de peso y dos a la estabilización del cuerpo. Se pueden perder diez kilos en dos meses.
Pero hay gente que se queja de que recupera enseguida los kilos perdidos.
Nadie que haya seguido estas cuatro fases me ha podido decir a la cara que ha recuperado peso.
El médico japonés Hiromi Shinya en su best seller La enzima prodigiosa recomienda consumir un 90 por ciento de alimentos vegetales, es crítico con la carne y prefiere pescados pequeños porque contienen poco mercurio. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Soy un firme defensor de las verduras pero creo que es peligrosa la falta de proteínas de esa dieta. La proteína es obligatoria hasta los 18 años para la consti-tución de músculos y órganos. Después también hay que inge-rir proteína para mantener el edificio en pie. Yo siempre digo que se deben comer las proteí-nas que uno quiere y las verduras que puede.
