La educación de los hijos es un aspecto con enormes implicaciones para todos. Los padres, los niños y la sociedad en general. Hijos que crecen con la necesaria autoestima y en un contexto de amor y respeto serán, probablemente, adultos que sabrán transigir y manejar mejor los problemas que se presenten en el futuro. Existen una serie de frases que conviene no pronunciarlas, de forma que no se dañe el crecimiento y el aprendizaje de los menores.

´No llores´

Esta frase es un mensaje que el niño/a puede interpretar como una invalidación de sus sentimientos. Es decir, aunque el padre o madre no la diga con esta intención, el menor entiende que aquello por lo que derrama lágrimas es un asunto sin importancia, cuando precisamente para él o ella es todo lo contrario.

'Así no vas a llegar a ningún sitio´

Este mensaje puede reforzar en quien lo recibe la idea de que no progresa, de que lo que hace no está dando los frutos que los padres desearían. Es una frase que daña la autoestima del niño y agrandará sus dudas, ya que en ese momento él no tiene una valoración de las consecuencias del futuro, sino que únicamente se centra en el presente.

'Tienes que aprender de€´

Cuando se dirige este mensaje, los niños y niñas pueden recibir la impresión de que, sin querer, se les está comparando con otro u otra (hermano, primo, amigo, etc). Lanzar esta frase sin hacer un apunte de las cualidades positivas del hijo puede servir para que la comparación se convierta en un indeseado punto de inicio de la autovaloración que éste haga. El acompañamiento del niño no solo debe ser físico, sino también psicológico.

´Eres un mentiroso/a´

La mentira está en la naturaleza humana. Existen de distintas clases: graves, sin importancia y también por omisión. Los niños también las dicen, pero convertir un error puntual, como es la mentira, en la designación de una tendencia no es acertado. Hay que hacerle ver que se ha equivocado, pero que no debe hacer de la mentira su comportamiento habitual.

´Cada día te portas peor´

Perder la paciencia con los niños puede ocurrir con frecuencia, pero dirigirles esta frase puede, al igual que otras parecidas, atacar su autoestima y sumergirles en la sensación de que cualquier cosa que emprenda estará destinada al fracaso. Se debe reconvenir a los hijos sobre sus errores sin que éstos se conviertan en una losa.

'Se lo voy a decir a tu madre/padre´

Esta amenaza provoca que el hijo/a termine por asignar a uno de sus progenitores el papel de ´castigador´, confundiendo de esta manera las características y las funciones de ambos. En lugar de eso, madre, padre e hijo pueden abordar el problema de manera conjunta, una visión para que el niño/a extraiga una solución unificada.

'No hagas preguntas tontas´

Una de las bases de la actuación de un niño es la curiosidad. Reprocharle sus preguntas hará que valore menos su capacidad de orientarse cuando le surjan dudas. La curiosidad debe estimularse, no encerrarse. Los niños no tienen el mismo bagaje que los adultos.

´Te prometo que€´

En muchas ocasiones los padres no pueden cumplir sus promesas. "Si te portas bien, haremos€" En caso de no llevar a cabo el compromiso por razones inesperadas que el niño puede no entender, se llevará la sensación de que su palabra no cuenta. Además, la norma de la recompensa puede inducir a que el hijo/a se acostumbre a este procedimiento, algo que no recomiendan expertos y pedagogos.

´Para ahora mismo o verás´

Al igual que otros mensajes de raíz amenazadora, esta frase contribuye a generar miedo en quien la recibe. El niño debe comprender, en la medida de lo posible, las razones de los errores en su comportamiento, de forma que aprenda a corregirlos.

'Eres igual que tu madre/padre'

Se trata de otra idea que refuerza el sentimiento de culpa del menor, y que además suma a ella la sensación de que el proceder de uno de sus dos progenitores está equivocado. Es un mensaje injusto y perjudicial para ambos.