Tito Spínola, integrante de Ashoka, red mundial pionera en emprendeduría social que atesora 37 años de trayectoria, impartió ayer una charla a los alumnos de la Escuela de Ingenierías Industriales y Civiles de la ULPGC, en la que brindó una mirada poliédrica al significado del emprendimiento social y sus características actuales.
Para Spínola, el concepto de innovación social obedece a "cualquier solución a un problema o reto social más justa, eficiente, efectiva o sostenible que las anteriores, que prima el impacto social por delante del beneficio económico de la persona u oganización".
El ponente enmarcó esta definición en el contexto de los cambios tecnológicos de los últimos años, que inscribe, a su vez, en las exigencias del mercado laboral. "La tecnología ha reducido las barreras a la participación y hoy, más que en ningún otro momento de la historia, las personas puedan generar cambios sociales o sumarse a los cambios que impulsan otros", expuso. "En este nuevo paradigma, hemos pasado de ser los consumidores de la narrativa a ser los agentes que la crean. Por tanto, este es el mejor momento de la historia para generar cambios estructurales".
A este respecto, Spínola destacó que "las empresas están buscando a ese tipo de ciudadanos con iniciativa en este momento". "También las instituciones públicas lo van a pedir en un futuro, y los másters y las carreras universitarias van a dejar de ser la primera razón por la que una entidad te invite a trabajar con ellos".
"En el ámbito laboral, se encontrarán con un mercado saturado de másters y de carreras, con muy pocas personas que, llegado el momento de postularse a un puesto de trabajo, con 23, 25 o 29 años, puedan decir: yo he hecho esto, yo he puesto en marcha esta asociación o yo he creado esta empresa, aunque no funcionara", incidió. "Y esas son las personas que necesitamos, que ayuden a las grandes estructuras, como las grandes multinacionales, a pensar cómo va a ser la realidad que tienen que afrontar en unos años".
En este sentido, Spínola destacó que el emprendedor social desarrolla unas habilidades, como la empatía, el trabajo en equipo o la creatividad, "que sirven a todos los ámbitos de nuestra vida". "Necesitamos estas habilidades para impulsar un impacto social", afirmó.
