Uno de los temas en los que insiste habitualmente es en enseñar que la muerte está ahí y es inevitable. ¿Hay sobreprotección?
Es lo único que tengo seguro, que vamos a morir. Hay mucha sobreprotección. La muerte es parte de la vida, si le damos valor a la vida es porque vamos a morir. Por tanto, pongámosle pasión a la vida, pongámosle ilusión. Y sobre todo compartamos lo mejor que tengamos, hay que celebrar la vida, pero también saber que va a haber momentos duros, de llanto, de deslealtad, momentos muy felices, de esperanza. El ser humano debr tener los pies en la tierra, crecemos, nos reproducimos y desde luego vamos a morir. Esto es importante, y yo creo que los niños tienen derecho a saberlo, a ir a hospitales donde hay otros niños muy enfermos y ayudarles, estar cerca y relativizar nuestros problemas intrascendentes.
Respecto al acoso escolar usted dice que los profesores tienen que hacer que los compañeros se pongan de parte de la víctima. ¿Cómo se logra esto?
Siendo un líder, teniendo autorictas. En un aula de 27 a lo mejor hay uno o dos que son niños no queridos, fuertes, maltratadores, y otros dos que son las víctimas por ser distintos, por no tener capacidad para defenderse, pero el profesor tiene que saber que él se ha de enfrentar con el matón, que la víctima no tiene por qué ser acosada. Ni en el colegio ni después de la verja ni por ciberacoso. Y por tanto el profesor tiene que enfrentar la realidad en el aula, y luego hablar con la Asociación de Padres y Madres y si tienen más de 14 años ir a la Fiscalía de Menores. Cuando yo fui defensor del menor teníamos un 3 % de niños acosados. Los datos más certeros los ha sacado la Organización Mundial de la Salud, que plantea que en España hay un 10 %, que es un numerón muy significativo. Y desde luego en un colegio tiene que haber un nivel alto de información, pero también un nivel alto de formación, y eso es educación en valores, y ahí hablamos del respeto al otro por distinto que sea, porque no le guste jugar al fútbol, porque le guste tocar el chelo, por su orientación sexual, por su identidad sexual, por su color, por su procedencia? y creo que hay mucho que hacer en el aula y en el ambiente social.
¿Se da muy poca importancia a los valores y la formación?
No, yo creo que se está dando. Hoy nos hemos dado cuenta de que el ser humano se maneja con sentido del humor, con capacidad crítica, con una mayor cosmovisión y desde luego desde la emoción. Nos movemos más por sentimientos que por razones. Dicho eso, el 75 % de la gente que se une sentimentalmente se va a separar, y por tanto hay que educar en la ruptura. Tú no puedes obligar a otro a querer, y quererlo no garantiza que te quiera. Hay que educar para tener airbags emocionales, a tener hábitos de respeto, pero eso tienen que mamarlo desde muy corta edad en todos los ámbitos. Es importante educar para que no sean adictos. Un ser humano tiende a ser adicto, hay que evitarlo, mantener el contacto con el deporte, la naturaleza, para no caer en ser abducidos por entornos muy peligrosos, sectarios, fanáticos, de la yihad, etc.
¿Y cuál es el camino a seguir?
Hay niños que no tienen una razón para vivir mañana, y si les das una razón para morir, para matar, para sentirse así útiles, con entorno de película, son captados por unos medios muy atractivos en la red, todo eso se puede adornar de un matiz religioso y entonces hay un problema. Luego hay otros con ideas autolíticas, de suicidio. En España las niñas entre 15 y 19 años de lo que más están muriendo es de suicidio. Hay que educar para no pedir a la vida más de lo que la vida puede dar, porque entonces hay chavales que quiebran. La prevención de la violencia está en la educación. Y así nos pasa por ejemplo con la violencia de género, donde el 33 % de los jóvenes dicen que los celos son una prueba de amor. Hay muchos jóvenes que están confundiendo amar con querer y lo que es peor, amar con poseer. En mi libro de Primeros Auxilios Emocionales también hablo de la violencia filioparental. Hace seis años pusimos en marcha un proyecto en el que trabajamos con hijos y padres en conflictos, mayoritariamente hijos que agreden a padres. Son hijos que quieren querer a sus padres y viceversa, y son como imanes que se repelen. Creo que eso es en conjunto la radiografía de los problemas de los jóvenes en España, a lo que habría que añadir la sobreprotección y el alcohol.
También tienen los padres que buscar el equilibrio entre la sobreprotección y dejar crecer.
La mejor protección es empezar a ser responsable. Tú le puedes decir que cruce mirando a los lados pero tiene que asumir que no puedes estar siempre diciéndoselo. No puedes cada vez que entre en internet supervisarlo. Debe tener una conciencia moral y ética, que sepa dónde empiezan y acaban sus derechos, que tenga sensibilidad? ahí es donde hay que educar. Luego podrá o no ser corrupto, consumir sustancias, maltratar, pero eso va a depender de él. Hay que educar en la autonomía porque supone la responsabilidad de los propios actos.
La violencia de género crece entre los adolescentes. ¿Por qué?
No lo sé. Quizá nos hemos relajado, hemos creído que este tema ya estaba explicado, también hay programas que son claramente lesivos, y luego los niños se meten en la red, ven contenidos a veces muy perjudiciales. Hay mucha mujer joven que es princesita que le gusta tener un malote que la proteja, tenemos muchos de estos que quieren ser muy posesivos, muchas jóvenes con problemas con su propia imagen. Hay cosas que avanzamos bien pero otras no tanto. El tema de la sensibilidad, ponerse en el lugar del otro, es un objetivo pero no está en absoluto afianzado. Otro problema es que cada vez se está siendo padres con más edad, se tienen menos hijos, eso hace a veces querer comprar el cariño de los hijos, querer chantajear, y eso no está bien.
¿Se les pone demasiada carga a los niños desde el colegio?
Me parece preocupante una sociedad que cuando se habla de deberes a los niños se pone en contra. Hay niños que necesitan deberes, para memorizar, subrayar? Cuando voy al médico voy para hacerle caso. Si voy a escuchar al profesor creo que sabrá qué es lo mejor para mis hijos. La sociedad está en contra de responsabilizar a los padres. El problema no está en si deben tener deberes o no. El problema es que los padres tienen horarios muy complejos. Un niño necesita amor, seguridad y jugar, como necesita comer o dormir. Los adultos también haríamos bien en jugar, pero a veces hemos hecho un guión donde el niño va de un sitio a otro, en la parte de atrás del coche y además con una pantalla. Por eso tenemos que preguntarnos qué estamos haciendo mal para que haya tantos niños con estrés, con trastornos de atención e hiperactividad. Cuando saco este libro, debajo, en el subtítulo, pone "guía para padres". Hay gente que dice que no hay una guía para padres. Sí la hay, ahí tiene una. Puede no estar de acuerdo, pero léala.
¿Le preocupan las nuevas tecnologías?
Hay que enseñar a manejar las nuevas tecnologías en tiempo y en contenido. Los padres deben supervisar ciertas cosas, no dejar que tu hijo se meta en una línea de fanatismo, o en páginas Pro-Ana y mirar para otro lado. Los padres tenemos patria potestad y eso es un derecho y un deber de supervisión.
