No hay tanta diferencia de un 0,1 a un 0,2, parece, pero la conflictiva décima en la ponderación de Historia de la Filosofía en la nueva prueba de acceso a la universidad representa la gota que colma el vaso de la paciencia de los profesores de la asignatura en Canarias.

"Hay un gran malestar del colectivo de docentes en enseñanzas medias y superiores", admitió ayer el vicedecano de la Sección de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Laguna, Domingo Fernández Agis. En su opinión, "la filosofía ha sido injustamente tratada y arrinconada en el bachillerato", sobre todo, con la polémica Ley para Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) aprobada en 2013 durante el mandato de José Ignacio Wert como ministro del ramo.

Además, Fernández Agis consideró que Canarias se sitúa como "una de las comunidades donde peor se ha tratado a la filosofía, porque el margen de maniobra que tienen las autonomías con competencias educativas aquí no se ha utilizado para compensar" la desaparición de asignaturas, la pérdida del carácter troncal de otras y su equiparación a religión, con la consiguiente reducción de las horas lectivas. Filosofía, además, ya no cuenta con facultad propia en Canarias, sino que se integra como sección dentro del área de Humanidades en la ULL, única en las Islas con estudios específicos sobre la materia.

El silencio público de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias en el desencuentro de la ponderación, por respeto a la autonomía de los centros públicos de enseñanza superior, no sorprendió al vicedecano lagunero de Filosofía. A su juicio, "el Gobierno no se ha distinguido por defender la filosofía en particular y las humanidades en general".

Por tanto, la renuncia del coordinador de la subcomisión de Historia de la Filosofía en la Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad (Ebau), el catedrático Ciro Mesa, y la negativa de sus compañeros laguneros a sustituirlo hasta que se corrija la ponderación evidencia un malestar más allá de una mera décima. Que la decisión se adoptara, además, en el seno de las propios centros de enseñanza superior, por sus propios colegas, desbordó en las últimas semanas el vaso de la paciencia de los profesores de Filosofía.