La madrugada de mañana sábado al domingo comenzará el horario de verano en el Archipiélago. Será a la 01.00 horas, momento en el que se adelantará una hora el reloj y serán las 02:00 horas. Este ajuste se produce en todos los estados miembros de la Unión Europea. En la Peninsular el cambio tendrá lugar con una hora más, donde a las 0200 horas serán las 03.00 horas, convirtiéndose de esta forma en la noche más corta del año.

El cambio de hora se centra en una directiva europea (la 2000/84/CE) que es de obligado cumplimiento para todos los países miembros. Con ella se pretende aprovechar mejor la luz solar en aras de la eficiencia energética y el ahorro, tanto a nivel empresarial como de forma particular en los hogares.

A este respecto, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital del Gobierno español, ha destacado que la directiva es común para las fechas y horas en las que comienza y termina el horario en toda la UE y que por tanto "no existe posibilidad de excepción" que permita a un Estado miembro no aplicar el régimen de la hora de verano, lo que impide que España se desvincule del cambio y no lo acate como el resto de naciones.

La medida, según un estudio de la Comisión Europea, tiene impactos positivos no solo sobre el ahorro energético sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad en las carreteras, las condiciones de trabajo en las empresas y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

"Disparates"

El catedrático de Electromagnetismo de la Universidad de Santiago de Compostela, en Galicia, Jorge Mira, lamentó ayer que los argumentos que se utilizan para la defensa del cambio del huso horario se basan actualmente en "disparates" o "falacias".

El experto aprovechó para defender un debate con base científica, aunque puntualizó que "no" es un problema en España si no, en cualquier caso, que afecta a todos los países por igual. Mira ratifica de esta forma que el huso "no" es un problema en España, pero avala el debate siempre con base científica frente a "disparates".

El cambio horario se remonta a la década de los años 70, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.