La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) mostró ayer su satisfacción por la inversión de 320 millones que la Fundación Amancio Ortega destinará a la sanidad pública para el abordaje del cáncer, sobre todo porque actualmente un 30 por ciento de los equipos de radioterapia pueden considerarse "obsoletos" al llevar más de 10 años en funcionamiento.

"La inversión nos ayuda a salir de una situación crítica, íbamos a una catástrofe a medio plazo", señaló el actual vicepresidente y presidente electo de esta sociedad científica, Carlos Ferrer. Según explicó este oncólogo radioterápico, hasta el 60 % de los pacientes con cáncer necesitan radioterapia y hasta el 40 % logran curarse gracias a estos tratamientos.

Sin embargo, un informe publicado por SEOR el año pasado evidenciaba que en España hasta uno de cada tres pacientes, unos 45.000, se quedaban sin recibirla por falta de equipos de aceleradores lineales o de oncólogos especialistas.

De hecho, la sanidad pública dispone actualmente de 180 equipos de radioterapia, unos 3,9 por cada millón de habitantes, lejos de los siete equipos de radioterapia por millón de habitantes (uno por cada 140.000 habitantes) que se recomienda a nivel europeo.

"Realmente la inversión nos permite ponernos a un estándar europeo, porque ahora estábamos más cerca de la ratio de un país en vías de desarrollo", recalcó el representante de SEOR.

Además, las recomendaciones internacionales establecen un periodo óptimo de funcionamiento para estos equipamientos de 10 años, algo que hace un año ya habían sobrepasado uno de cada tres equipos y que ahora afecta al 30 por ciento. Y de seguir así, la situación afectaría al 83 por ciento de estos equipos en 2020.

"Esto tiene repercusiones importantes porque se averían más y generan más complicaciones, ya que no son precisos como los equipos de última generación", según Ferrer, de ahí que esta inversión realizada por Amancio Ortega vaya a revertir en un mejor tratamiento del cáncer.