A lo largo de su prolífica vida, Antonio de Bèthencourt Massieu (Las Palmas de Gran Canaria; 1919-2017), desfiló en numerosas ocasiones por las páginas de LA PROVINCIA / DLP para dejar constancia de genialidad. Con motivo de su fallecimiento, recogemos varias de las lecciones que el historiador trató a lo largo de su carrera y sobre las que dialogó con diferentes redactores de esta casa a lo largo de las últimas décadas.

1 Historia. Ante la afirmación de George de Santayana, quien aseveró que "el pueblo que no aprende de su pasado está condenado a repetirlo, Bèthencourt Massieu llegaba un punto más allá. "En efecto", apuntó, "el pueblo tiene que aprender su pasado, pero no tanto por lo que se dice de no repetir los errores, sino porque sólo lo que se conoce bien se quiere, se ama". "Hay que conocer", prosiguió, "el pasado para poder querer lo que uno tiene, la tierra de uno, y eso es lo que da una coherencia a la sociedad en un momento dado".

2 Docencia e investigación. Reconocido con el Premio Nacional al Trabajo en 2008, Bèthencourt Massieu destacó como profesor y como investigador, tareas que nunca abandonó -ni siquiera tras el momento de su jubilación oficial-. "Yo he dedicado bastantes horas de mi vida a hacer cosas", admitió antes de añadir que "hay un dicho bíblico que señala 'ganarás el pan con el sudor de tu frente' y yo he tenido un largo currículum de numerosas actividades, pero en la mayoría de ellas no he sudado nada en absoluto, al revés, siempre o casi siempre he disfrutado. Y es que cuando uno hace algo que le complace y está bien hecho se queda más satisfecho que con el sudor de la frente".

3 Van der Does. El ataque del corsario holandés contra Las Palmas de Gran Canaria, en 1599, fue considerado por Bèthencourt Massieu como un incidente clave para entender la Historia del Archipiélago. "Es un hecho fundamental", argumentó, "porque significa que Las Palmas, Gran Canaria, pierde la hegemonía". El historiógrafo llegó más allá. "¿Pero por qué atacan Canarias? ¿Porque la quieren ocupar? Yo creo que no, yo creo que no hubo nunca la intención de una ocupación permanente ni de una isla ni del Archipiélago. ¿Qué es lo que vinieron a hacer aquí en ese momento? A buscar plata. Simplemente (...) Van der Does llega aquí con una flota potentísima, setenta y cuatro navíos, ocho mil hombres, toma la ciudad, pide cuatrocientos mil escudos y negocia entre otros con Cairasco de Figueroa. Es derrotado y pide otra vez la misma cantidad. La operación que le cuesta la derrota es ir a Santa Brígida, donde está el dinero".

4 Alumnos. En el pulso interior entre el docente y el investigador que mantuvo Bèthencourt Massieu consigo mismo, siempre salió ganador el primero. "Yo siempre he puesto la atención del alumno por encima de la investigación", admitió. "Yo he dirigido 55 tesis doctorales y tengo todavía pendientes tres". "Si, por egoísmo, el tiempo que yo le he dedicado a estas tesis", agregó, "se lo hubiese dedicado a mi investigación tendría un currículum de investigador mucho mejor". El historiador, además, siempre defendió una revolucionaria visión de la enseñanza. "La entiendo como algo en lo que tiene que participar la gente de fuera de la Universidad". "He hecho", prosiguió, "varios cursos en la Casa de Colón, en Valladolid, y en La Laguna fundé el Instituto de Ciencias de la Educación. Lo hice para mejorar el nivel de la educación, que en Canarias era algo muy imprescindible".

5 Economía. Antes de que se cerrara el siglo pasado, Bèthencourt Massieu dejó una reflexión sobre el turismo como base económica de Canarias y el riesgo de caer en el monocultivo. "Todos los archipiélagos de nuestra condición son dependientes. Tenemos una economía frágil: tanto cualquier golpe como cualquier bonanza aquí se refleja. (...) Lo que tenemos que hacer es tratar de diversificarnos y aprovechar todas las posibilidades y todo lo que tenemos".

6 Atlantismo. Su motor investigador fue ligar Canarias a la Historia del Atlántico y convertir al Archipiélago en una especie de caja negra en la que el nacimiento de todas las civilizaciones del océano quedara registrado. "Cuando hice mi primer artículo", explicó, "basado en la relación de Canarias e Inglaterra con el comercio del vino, me quedé convencido desde muy temprano de que todo lo que estábamos haciendo sobre la Historia de Canarias estaba mal hecho porque nadie había entendido el papel de Canarias en el Atlántico". El historiador, además, detalló que "sólo en los tiempos en que hemos tenido una franquicia absoluta con respecto al resto de España, en que se nos ha entendido nuestra peculiaridad, todo ha ido muy bien. Por tanto Canarias depende no sólo de Canarias, estamos situados en un sitio de privilegio porque todo pasa por aquí, lo bueno y lo menos bueno, y el canario lo ha sabido aprovechar, pero lo ha hecho en función de la fachada de Europa, África y América". Y, de paso, advirtió que "los políticos que no sepan lenguas extranjeras ni estudien política internacional de cada momento no podrán llevar esto adelante con el necesario prestigio".