"No se olviden de esto: el diablo siempre entra por el bolsillo, siempre", recordó ayer el papa Francisco al aludir al "espíritu de pobreza" que deben seguir los curas. El pontífice eligió ayer una audiencia a la que asistió el presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Ricardo Blázquez, para pedir que el clero cultive un "espíritu de pobreza", aunque dijo que no quiere "curas descamisados".

Citó al beato Manuel Domingo y Sol, fundador del Pontificio Colegio Español San José de Roma, quien "decía que para socorrer la necesidad se debía estar dispuesto a vender la camisa".

"Yo no les pediré tanto: curas descamisados no, simplemente que sean testigos de Jesús, a través de la sencillez y la austeridad de vida, para llegar a ser promotores creíbles de una verdadera justicia social", agregó el Papa.

"Además, es bueno aprender a dar gracias por todo lo que tenemos, renunciando generosa y voluntariamente a lo superfluo, para estar más cerca de los pobres y de los débiles", dijo Francisco.