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Educación

Aulas con certificado de inclusión

El colegio Iberia pone en marcha un programa para la integración de alumnos con trastornos del espectro autista

Volando bajito se llama el proyecto pionero promovido por los padres y madres del Colegio Iberia para favorecer la inclusión de la decena de niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista) que acogen las aulas de este centro de Las Palmas de Gran Canaria. La iniciativa, que se implantó entre los pasados octubre y febrero, despliega diferentes actuaciones, desde la minuciosa planificación de tareas en clase a actividades lúdicas de carácter inclusivo en el recreo.

La actividad arrancó ayer lunes con unas charlas informativas a cargo de la pedagoga Susana Sánchez y la logopeda Ana Mateos, ambas madres de alumnos del centro y especializadas en estos trastornos. Son, además, las redactoras y ejecutoras del proyecto como integrantes del Gabinete Adelante. Estas ponencias buscaban concienciar al alumnado para que reconocieran las características del TEA.

Tras este preámbulo informativo se dio paso a las tres acciones fundamentales, que pretenden allanar la vida en el centro a aquéllos que tienen estos trastornos, facilitándoles las actividades que enfrentan con mayor dificultad. Como estos niños tienen problemas para la orientación y localización de espacios, se procedió a señalizar todos los lugares para que puedan situarse con facilidad. Así, en el frontispicio de cada aula, de cada departamento, cuelga el correspondiente cartel identificativo con su pictograma, ya que el lenguaje visual es procesado mejor por estos alumnos que el de tipo escrito.

Las personas con TEA precisan de una planificación clara del tiempo que tienen por delante, al inicio de cada jornada deben saber qué les espera y en qué orden, para poder afrontar el día con garantías de no bloquearse.

Esta circunstancia se afrontó con la colocación de una agenda de la comunicación en cada aula. Desde ellas se planifican las actividades del día, algo que a los niños con trastornos del espectro autista les viene muy bien y les ayuda a controlar conductas.

A diferencia de las dos acciones anteriores, centradas en la parte pedagógica, el tercer gran vector de este programa incide en el tiempo de recreo, son los llamados patios dinámicos, en los que el juego es también herramienta de inclusión social. Todos comparten las actividades lúdicas. Uno de estos juegos despliega un enorme paracaídas multicolor bajo el que se sitúan los chiquillos sin ningún tipo de diferenciación, para compartir juegos.

La directora del centro, Soraya Cruz, destaca el carácter transversal del programa, impulsado por la Amypa (Asociación de Madres y Padres) Mercedes Miranda y que logra implicar a los diferentes actores de la comunidad educativa: "El proyecto nos ayuda a sensibilizarnos más a toda la comunidad educativa, no concierne sólo al alumnado y el profesorado. Estamos todos, también padres y abuelos, a veces los grandes olvidados. Se trata de que la sociedad se vaya sensibilizando con esto. Todos tenemos que ser uno".

La responsable del colegio cree que aún es pronto para hacer balance de los logros de un programa que recién echa a andar. "Hace poco que estamos caminando con esto, necesitamos todavía más tiempo para notar la evolución", señala. En todo caso, destaca la estimulante implicación del alumnado, algo palpable desde el primer momento de implantación. "Los alumnos viven todo esto mucho mejor que los adultos. Podemos aprender mucho del alumnado", añade la directora del centro.

Por su parte, Susana Sánchez explica que su quehacer toma inspiración, sobre todo en lo correspondiente a los patios dinámicos, de una metodología anterior. "Nos basamos mucho en lo que hizo Gey Lagar, en Asturias, pionera en crear patios dinámicos. Hemos trabajado coordinados con ellos" explica.

La pedagoga destaca la buena acogida que esta iniciativa ha tenido entre los padres de los alumnos con TEA que hay en el centro. " Muchos de los padres están muy contentos con las iniciativas, ilusionados y aportando cosas", añade. Esta experiencia piloto bien podría servir, explica, para trasladarse a otros ámbitos, no exclusivamente académicos. "Nos hemos centrado en este colegio, pero la idea es seguir desarrollando los patios dinámicos y que se lleve a las casas también, ya que la aceptación ha sido muy buena, ha gustado mucho".

Alumnos

El mensaje y la filosofía de esta iniciativa ha calado bien en los estudiantes. Por el recreo viene correteando Pablo, que tiene claro en qué consisten los patios dinámicos: "Son juegos para que los niños con TEA convivan con los que no tienen esos problemas y así todos podemos jugar juntos". Esos niños con TEA "tienen problemas de comunicación y no se ponen bien en el lugar de los demás, pero son unos compañeros más", explica. S amigo Raúl cree que estos son "juegos divertidos, como el del paracaídas, para poder compartirlos con los que tiene TEA". El proyecto le parece "muy bien".

La Amypa Mercedes Miranda presentó dicho proyecto para acogerse a una de la subvención de 6.000 euros ofertada por la Consejería de Educación del Cabildo grancanario. Esta circunstancia fue aprovechada ayer por la titular de este departamento, María Isabel Santana, para cargar contra el Ejecutivo regional. "Este proyecto está supliendo de alguna manera lo que le correspondería hacer a la Consejería de Educación del Gobierno canario", afirma.

Santana alaba este proyecto de integración. "Este centro es el pionero con esta iniciativa que implica a compañeros y profesores. Demuestra que no hace falta invertir mucho para que esto llegue a todos los centros de Canarias. Aunque las competencias en educación son regionales, si otras Ampas plantearan proyectos como éste lo financiaríamos. Normalmente la Ampas nos solicitan otros tipo de proyectos, como cubrirles actividades extraescolares, En este caso decidieron coger este recurso para algo que es obvio y evidente que le corresponde a otra administración", finaliza.

Este proyecto está previsto que pueda continuarse a lo largo del curso 2017-2018 ampliando las sensibilización y acciones formativas específicas para padres y personal no docente del colegio que habitualmente está en contacto con los niños y niñas con TEA (monitores, auxiliares de comedor...), así como con la continuación de los patios dinámicos.

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