La diabetes de tipo 1 (DM1), la que se diagnostica en la infancia, se ha disparado en Canarias. Tanto, que el Archipiélago marca la tasa más alta de España -pico habitual ya- y destaca en Europa. La alerta se lanzó ayer, en la última jornada del XXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes celebrado en Barcelona, por parte de médicos especialistas. Y lo hicieron a partir de los últimos datos epidemiológicos disponibles de esta enfermedad.

Yeray Nóvoa, de la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, subrayó que el aumento de la DM1 es "especialmente significativo en Canarias", donde se registra la incidencia de diabetes tipo 1 más elevada de España y una de las más altas de Europa. "No conocemos las causas que lo justifican", advirtió el endocrino, "pero probablemente se deba a una mezcla de factores genéticos y ambientales".

En el caso de Canarias, se está desarrollando un registro regional para monitorizar las tendencias en la aparición de casos y como herramienta para estudiar posibles factores asociados, como localización geográfica, posibles factores alimenticios o niveles de vitamina D. "Sin embargo, harían falta más recursos para realizar estudios que permitan profundizar en el conocimiento de las causas, así como para optimizar el manejo de nuestros pacientes", alertó Nóvoa.

El médico del Materno Infantil aprovechó su intervención para reclamar "un registro nacional para monitorizar la situación de la DM1 en el país" porque "actualmente el registro de los casos es irregular y depende de la iniciativa de los responsables locales de su manejo. La falta de un registro nacional hace que sea difícil valorar con exactitud la situación actual en España".

Según Nóvoa, a pesar de esta limitación, se aprecia un comportamiento irregular en todo el territorio nacional, "con tendencia al aumento en la aparición de casos de DM1 en algunas provincias y comunidades".

El último Plan de Salud de Canarias ya apuntaba que el Archipiélago tiene "con gran diferencia las mayores tasas de mortalidad y complicaciones en forma de nefropatía diabética de toda España". El informe, en referencia a la diabetes, señalaba que es "una patología relevante que precisa el establecimiento de objetivos destacados".

Tipo 2

Los datos revelados en el congreso celebrado en Barcelona recalcan que no sólo aumentan los casos de la diabetes tipo 2, en parte por el envejecimiento de la población, sino que los expertos han alertado del incremento de la diabetes tipo 1 en algunas provincias españolas, por lo que reiteraron su petición para crear un registro nacional para monitorizar la situación de la enfermedad en España.

"Especialmente en los países occidentales se ha comprobado un incremento de la incidencia de la diabetes tipo 1, cuyo impacto es elevado tanto en la edad pediátrica como en jóvenes", explicó el endocrinólogo del Hospital Germans Trias i Pujol Dídac Mauricio Puente.

El endocrino añadió que "este incremento se ha comprobado en diferentes países que disponen de datos desde hace décadas. España no es ajena a este problema y, contrariamente a lo que se podría pensar, no es un país de incidencia baja, sino que es equiparable a varios países centroeuropeos".

Respecto a la diabetes tipo 2, el médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y profesor de la Universidad Miguel Hernández (Alicante), Domingo Orozco-Beltrán, determinó que en el grupo de edad de 65 a 74 años la prevalencia de la diabetes en España es del 17,5 %, mientras que en el de 75 y más años asciende hasta el 20,9 %, con una similar distribución entre hombres y mujeres.

El experto destacó "la evolución positiva que se ha documentado en la mortalidad por diabetes en España, a pesar del aumento de la prevalencia de diabetes y obesidad". Por su parte, la diabetes tipo 1 supone entre un 5-10 % de todos los casos de diabetes, existiendo aproximadamente 29.000 personas de menos de 15 años con esta enfermedad. La incidencia de DM1 (el número de casos nuevos por año por 100.000 habitantes) se sitúa en España en unos 11 casos nuevos diagnosticados por cada 100.000 habitantes.