El doctor Alfonso Medina Fernández -Aceytuno, ex responsable del Servicio de Cardiología del Hospital Doctor Negrín, ya jubilado, falleció ayer a los 70 años de edad. La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio de San Miguel, en Las Torres, y mañana lunes, a las 16.30 horas, está previsto que se celebre el acto de incineración. La comunidad médica, profesionales y amigos que le frecuentaron y colaboraron con él a lo largo de su vida lamentaron profundamente ayer su pérdida.

Fernández-Aceytuno es Hijo Predilecto de Las Palmas de Gran Canaria, distinción que le brindó el Ayuntamiento capitalino en junio de 2015 en reconocimiento a su destacada trayectoria profesional, profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, miembro del comité editorial la Revista Española de Cardiología y cofundador de la Unidad de Investigación Corpal para el desarrollo de la Cardiología Intervencionista.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, el doctor Alfonso Medina Fernández -Aceytuno obtuvo la licenciatura en Medicina por la Universidad de Granada. Antes de incorporarse al servicio de Cardiología del Negrín, donde además era responsable de la formación en posgrado en esta especialidad médica, estuvo de jefe de Cardiología en el antiguo Hospital Nuestra Señora del Pino, en el que ingresó en 1979 tras haber realizado una estancia de dos años en Estados Unidos, en el Parkland Memorial Hospital y en el Children's Hospital, en Dallas.

Hasta su jubilación, Alfonso Medina desarrolló una importante labor tanto clínica, como docente e investigadora a lo largo de su carrera profesional. Cabe destacar en este sentido la clasificación de lesiones coronarias en bifurcación que lleva su nombre, la Medina Bifurcation Clasification, que es mundialmente aceptada y utilizada en todos los proyectos internacionales de investigación y publicaciones relacionadas con el tratamiento de este tipo de lesiones complejas. Esta clasificación, según informa el Servicio Canario de Salud, fue ideada en el año 2006 por los servicios de Cardiología de este centro hospitalario y del Hospital Reina Sofía de Córdoba y publicada en la Revista Española de Cardiología en el año 2006. Desde entonces, tal como detalla el SCS, el citado artículo ha batido todos los récords de referencias internacionales.

En el campo clínico, el doctor Medina ha sido pionero en el uso del stent en la oclusión coronaria crónica, en el tratamiento del tronco coronario izquierdo, en las bifurcaciones coronarias y en el uso de stent de fármacos en lesiones coronarias complejas. Además, ha realizado también contribuciones originales en la utilización de la angiocardiografía en electrofisiología intervencionista, el tratamiento percutáneo en coartación de aorta, el eco intracoronario, la aterectomía direccional, el tratamiento combinado de estenosis valvulares múltiples con valvuloplastia con catéter balón, el cierre de defectos septales congénitos cardíacos, la valvuloplastia mitral y la valvuloplastia aórtica.

Con motivo de la concesión del título de Hijo Predilecto de Las Palmas de Gran Canaria, el doctor Medina Fernández-Aceytuno recordaba en una entrevista a LA PROVINCIA en junio de 2015, que se decidió por la medicina en la infancia; al menos la idea le comenzaba a rondar por la cabeza. Recordaba entonces que "mi familia era numerosa y era un ritual que llegara el pediatra, el doctor Juan Vega, lo observaba desde la distancia. Entonces los médicos tenían herramientas terapéuticas muy limitadas pero tenían una formación clínica sólida en los procesos infecciosos y además eran consejeros. Y se empezó a gestar la idea de ser médico. Luego tuve un hermano que nació con una cardiopatía congénita y murió, pero lo tuvimos que cuidar. Era un niño, pero el sentirme cuidador de un niño azul también me marcó. No lo dudé cuando acabé el Bachillerato, no podía ser otra cosa con esas vivencias"

Médico por vocación

La afirmación del cardiólogo llevaba a cuestionar si uno llega a la medicina por vocación o por accidente. "Por eso les pregunto a mis residentes. Vocacional es aquel que solo ve un camino, y es un placer trabajar en ello. La medicina da una posición idónea para el que reflexiona acerca de uno mismo y los demás. Ese aspecto humano es terriblemente seductor. Se lo digo a los residentes, lo que tú haces con un paciente no se repite en otras profesiones porque cuando el enfermo llega a ti necesita, no solo ser curado, sino ser entendido. Esa relación no te debe abrumar porque tienes que ser objetivo, pero es algo muy gratificante".

El doctor señalaba igualmente que el rol del profesional médico es mucho más amplio, al menos desde su punto de vista: "Si algo define la profesión es curar cuando se puede y acompañar y tratar de tener una visión de la vida lo suficientemente amplia como para dar respuesta a todo lo que tiene sentido para el ser humano".

En esa misma entrevista Alfonso Medina Fernández Aceytuno hacía repaso a los diferentes hitos en su formación profesional que le trajeron de regreso a su isla natal, Sobre todo, cómo le llegó la oferta para sumarse al equipo que pondría en marcha el servicio de Cardiología del Hospital Negrín. Cuando le lanzaron el ofrecimiento hubo de declinar otras ofertas profesionales. Tomó la decisión mientras estaba en Madrid tras completar la beca en Estados Unidos que le permitió formarse en la especialidad de cardiología pediátrica y unidades coronarias.

Madrid y la nostalgia

"Estudié en Granada porque era la facultad más competitiva y al finalizar la carrera me fui a Madrid, a la Fundación Jiménez Díaz, que entonces era un hospital de enorme prestigio y pionero en la especialización. Luego di un nuevo salto con una beca hispanoamericana a Dallas, donde profundicé en la cardiología pediátrica y unidades coronarias y tuve una oferta para quedarme, pero la emigración de aquella época era muy dura, había que esperar a que llegaran las cartas y sentía nostalgia, por lo que volví a Madrid", subrayaba el doctor en dicha entrevista.

Según su relato, "allí coincidí con el doctor y anestesista Manzano, que me propuso regresar y organizar el servicio de Cardiología en el Negrín. Y, de repente, sentí el olor de Las Canteras, la luz de la ciudad; pensé que era demasiado joven para asumir esa responsabilidad, pero siempre tiene que haber alguien que crea en ti, más cuando eres joven. Y me vine con lo puesto, renuncié a mi plaza, y empezamos a trabajar". La decisión que tomó entonces sería determinante en su devenir profesional y en la implantación del área de cardiología en el complejo hospitalario de la capital grancanaria.

"Comenzamos a montar todo", señalaba el cardiólogo cuando rememoraba el esfuerzo que hubo de hacerse en aquellos año. "Reconvertimos equipos de rayos para hemodinámica, introdujimos la ecografía, las pruebas de esfuerzo, el holster, la cirugía cardiaca y muchos de los cardiólogos importantes que hay hoy, como el jefe del servicio de cardiología del Clínico, el de Mallorca, completaron aquí su formación".

El empuje de este equipo de profesionales era notorio, y lógicamente tuvo su eco fuera de Canarias. No tardaron en llegar los reconocimientos y apoyos de los profesionales de la medicina. En este sentido, Fernández -Aceytuno tenía en su favor "un equipo muy sólido" en unos años en los que "todavía no se había producido la descentralización de los servicios sanitarios en España". Tal como recordaba a este periódico, "íbamos a un congreso y nos decían que teníamos mucho mérito, aunque yo no lo veía así, pero eso me produjo un enorme estímulo y, en 1982, solicitamos la acreditación para la formación de médicos residentes. A partir de ahí hemos tenido dos o tres cada año. Prácticamente toda la plantilla del Negrín es de la cantera, la del Pino, la del Insular. Me siento orgulloso de ello porque los profesionales tienen una gran credibilidad".