Los montes submarinos del suroeste de Canarias no solo albergan el que puede ser el mayor yacimiento de teluro (o telurio) del mundo, sino también altas concentraciones de otros metales catalogados como estratégicos por su valor para la alta tecnología, como el cobalto, el vanadio, el níquel o el itrio.

El Centro Oceanográfico del Reino Unido (NOC) ha revelado esta semana que en la campaña de investigación que realizó este otoño en el Atlántico con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) encontró un yacimiento potencial de 2.670 toneladas de teluro en Tropic, un monte submarino situado a unas 250 millas de El Hierro.

Pero, ¿qué es el teluro? Es un metaloide de un pálido color plateado y blancuzco que en estado puro tiene una increíble brillantez metálica. En la tabla periódica está en el grupo número 16, en el período 5, siendo uno de los metaloides más conocidos que existen. Cristalizado, el teluro se puede pulverizar con facilidad, mientras que, si se funde, se puede aplicar como corrosivo para el hierro, el cobre y el acero inoxidable.

El teluro se usa especialmente en el sector de la industria electrónica, ya que se trata de un elemento con grandes propiedades para la conductividad. También se utiliza para mejorar la maquinabilidad de otros materiales, como el cobre y el acero. Muchos dispositivos termoeléctricos también se elaboran a partir de compuestos de teluro. Quizás el uso del teluro con el que estás más familiarizado es el de los discos compactos, los cuales tienen teluro en su composición.