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"La colonización no ha terminado"

"África ostenta el triste récord de ser el continente con más periodistas encarcelados", señala el historiador, especialista en el estudio del mundo africano

Juan Montero Gómez. LP / DLP

¿La dificultad para el desarrollo de una prensa independiente en África demuestra que la descolonización no ha terminado?

Efectivamente, el proceso de descolonización se mantiene, porque a pesar de que entre colonización y descolonización han pasado 150 años, comprobamos en lo que supone nuestra África más cercana cómo Francia dejó sus colonias, pero a buen recaudo.

Entonces la descolonización dio lugar a un neocolonialismo.

Es un fenómeno que se encuentra por doquier; por ejemplo, las monedas africanas tienen su valorización en la bolsa de Francia a través del franco CFA, moneda común de 14 países africanos, casi todos ellos antiguas colonias francesas. Otro punto a señalar es el poder que las oligarquías galas ejercen sobre los medios de comunicación. Valga el dato de que en el índice de Reporteros Sin Fronteras sobre libertad de prensa el país transpirenaico ocupa el cuadragésimo quinto puesto, lo cual lo coloca aún por detrás de España, un país que no puede enorgullecerse precisamente de su libertad de prensa.

¿Cómo es posible que esas oligarquías francesas controlen los medios de comunicación?

Pues ni más ni menos que porque nueve multimillonarios de esa nacionalidad son propietarios de los medios de comunicación franceses, y estos medios realmente predican lo que se conoce como la doctrina de lo internacional en África, que supone que en ese continente la gente se informe de lo internacional a través de los medios europeos, que propagan un discurso que defiende agresiones al continente como puede ser el caso de las intervenciones militares en Malí o Libia, amparando los intereses coloniales de Francia en el continente.

¿A quiénes nos referimos?

A medios privados, representados por personajes como Vincent Bolloré, multimillonario propietario de Vivendi y Canal Plus entre otros emporios. Todos estos medios forman un entramado de corrupción que tiene su base en Francia y forman parte de Francáfrica, combinación de las palabras Francia y África empleada para denotar la relación de Francia con sus antiguas colonias que se articula a través de los medios políticos y la red empresarial.

¿Cuáles son los intereses de Francia en África?

Francia es una potencia en buena parte debido a sus colonias. Los ejemplos de lo que afirmo son innumerables, pero por señalar un caso realizan su aprovisionamiento de uranio robándoselo a Níger con una empresa que se llama Areva. La consecuencia de este expolio es que la energía en Francia es bastante más económica que la española porque su aprovisionamiento proviene de África y es realizado a precios ridículos, quitándoselo a Níger, que es el país más pobre del mundo y sin embargo aprovisiona de uranio a Francia por unos precios irrisorios.

¿Qué papel juegan los medios de comunicación en todo esto?

Nos circunda una África francófona en la que hay sobornos y compra de periodistas, porque los franceses necesitan los medios de comunicación para pasar sus mensajes a los africanos. Por eso los medios de comunicación franceses dificultan permanentemente cualquier intento de emancipación de los medios de comunicación africanos. La colonización no ha terminado, Francia dejó sus títeres y eso supone que la realidad mediática siga siendo controlada por su larga mano, dificultando la creación de una prensa independiente.

¿El amordazamiento de la prensa acaba ahí?

En absoluto, también incluye toda una serie de crímenes sin resolver, el más emblemático es el del periodista Norbert Zongó en Burkina Faso, que se produjo mientras investigaba la sospechosa muerte de David Ouédrao, chófer del hermano del expresidente de ese país, Blaise Compaoré, el hombre de Francia en toda el África francófona, que está a buen recaudo en Costa de Marfil porque sabe mucho y en su salida del país fue custodiado por los militares galos. Toda esta historia provocó el incendio del semanario L'independence el 13 de diciembre de 1998.

¿La quema de sedes de periódicos independientes es algo habitual en África?

Sí, especialmente en Burundi, donde a la quema de radios hay que sumar los asesinatos. En Malí existe una presión llevada a cabo por los grupos terroristas para que los periodistas escriban de una determinada manera, sin olvidar que África ostenta el triste récord de ser el continente con más periodistas encarcelados.

¿Nadie hace nada para evitarlo?

Por supuesto que sí, existen movimientos alternativos como Y'en a marre, una expresión de hartazgo que significa "estamos hartos" en lengua wólof y que surge en Dakar a partir de la caída de Ben Alí en Túnez en enero de 2011, un acontecimiento que llevó a que una multitud de jóvenes senegaleses saliesen a las calles con ese lema, protestando por los cortes de luz, el paro, la corrupción y las irregularidades en los comicios. Esto dio lugar a las elecciones senegalesas que acabaron con la dictadura de Abdoulaye Wade al año siguiente. Entre los movimientos que contribuyeron a su caída estuvo Sunu2012, que usa internet para pasar información y pone a delegados en colegios electorales anticipando los resultados para hacer imposible un fraude.

¿Y en el resto del continente?

En Burkina Faso existe el movimiento Escoba Ciudadana, que ha dado origen a Radio Omega, la única emisora que ha estado al pie de todas las revueltas que terminaron expulsando a Blaise Compaoré y que se ha convertido en la que tiene más audiencia. Estos grupos están vinculados a los jóvenes, poseen un discurso alternativo y persiguen la generación de sus propios medios para dar a conocer lo que ocurre en el país.

¿Dónde obtienen su financiación?

Detrás de estas iniciativas está muchas veces la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, que es la ONG oficial de Norteamérica, más conocida por sus siglas en inglés, Usaid, que he visto cómo era expulsada del Foro Social Mundial que se celebraba en Bamako en 2006 y a la que asistía como interviniente.

¿No es sospechoso que los norteamericanos apoyen a estos grupos?

Los jóvenes africanos se ven obligados a tomar fondos de donde sea, pero por ello no deben depender de organizaciones reaccionarias. Si bien es cierto que el interés estadounidense por el África negra es reciente, también es innegable que ha crecido de forma exponencial por motivos energéticos. Existe el peligro de que se cambie de dependencia, porque de estos movimientos van a surgir los jóvenes que se convertirán en líderes del futuro en el continente. No quiero restar méritos a la labor que está ejerciendo esta juventud africana, pero debo alertar de que la falta de medios hace que la gente se posicione con intereses que van en su contra, teniendo en cuenta el posicionamiento de las grandes potencias por el pastel africano.

Los medios fueron fundamentales para hacer posible el genocidio de Ruanda.

Los medios llevaron a cabo una labor de siembra y difusión del odio étnico que produjo el genocidio ruandés, pero lo más grave es que la situación actual de su país vecino, Burundi, demuestra que siguen actuando en la misma dirección. Es muy preocupante porque allí existen las mismas etnias y vuelve a haber una campaña para incentivar los odios interétnicos, incluso repartiendo armas y creando milicias, por lo que podemos temer que no se ha aprendido nada de la catástrofe ruandesa, que se puede repetir.

¿Los periodistas no han hecho nada al respecto?

Al igual que se han utilizado los medios para incentivar odios en Burundi, otros han sido quemados por transmitir el discurso contrario, los periodistas se encuentran en una batalla de alto riesgo.

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