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Música

"Cuando la gente canta mis canciones es que todo lo hecho tiene un sentido"

"Yo empecé haciendo música folclórica, tocaba el timple de aquella manera en una agrupación que se llamaba Princesa Guayarmina, en Guía", rememora el cantante

"Cuando la gente canta mis canciones es que todo lo hecho tiene un sentido"

Braulio Antonio García Bautista cumplirá 72 años en julio próximo. Braulio, el cantante de Santa María de Guía, que tras labrarse una carrera profesional en las Islas y en el mercado nacional, y con picos de popularidad a nivel internacional, decidió cambiar su residencia a Miami para volver a comenzar de nuevo y posicionarse con notable éxito ante el público latino. El artista nacido en Santa María de Guía está de vuelta en la Isla para darse un homenaje sonoro en compañía de la Gran Canaria Big Band, a propósito del estreno en el Auditorio Alfredo Kraus el próximo sábado 29 de abril del espectáculo Sie7e Décadas. Un repertorio de 18 temas de su cosecha con arreglos de Big Band para celebrar su condición de septuagenario y las cuatro décadas en los escenarios.

Este martes comienza la ronda de ensayos con la formación grancanaria que dirige Sebastián Gil. El autor de clásicos con los que se idenfica su nombre como Patria Canaria, Mándese a mudar, La cerillera o Lolita Pluma, habla en esta entrevista de su vida personal y profesional, de los comienzos en la música, de triunfos, de tragos amargos y de cómo se le abrieron nuevos horizontes cuando decidió cruzar el charco rumbo a Miami, donde encontró afecto y acomodo.

Z Las siete décadas

El encuentro con Braulio es en el parque de San Telmo. Y la conversación arranca en sentido inverso. Primero el concierto, y luego el complejo ejercicio de memoria. "Hace tiempo que quería tocar con una Big Band, pero no con cualquiera, sino con la Gran Canaria Big Band. Había escuchado cosas de ellos y me pareció muy interensante el trabajo; tienen un sonido compacto, muy americano, y siempre me picaba la curiosidad ver como sonarían mis temas con este formato. No es un proyecto de ahora sino de hace mucho tiempo, e incluso una vez estuvo medio encarrilado y no se por qué razón no se hizo, bueno si lo se y más vale ni comentarlo porque no llegamos a ningún acuerdo".

Z 18 episodios

El cantante explica que nadie se lleve a engaño, ya que lo que se avecina en el Auditorio "no es una antología como tal". Se explica: "Hemos cogido temas de aquí y de allá, de diferentes épocas, pero he pensado más en como quedarían las canciones con banda más allá del hecho de elegir esta u otra canción. Empezamos con Sobran las palabras, un clásico que fue el que llevé a Eurovisión en 1976; Déjalo volver, con la que fui a Benidorm en el año 75, que fue un tema que quedó en segundo lugar y con una discusión muy grande; y entre otras acabamos con Patria Canaria. Estreno dos temas, Fue en Agaete, que obviamente habla del lugar, y otro que se llama Quien dijo que eso no es amor, que ya se pudo escuchar en Puerto Rico, que ha sido un poco controvertido por allá, porque habla del amor en general y de las otras formas de amor que no son generalmente aceptadas, y que tienen todo el derecho. Un tema serio, digamos, que está en clave swing, que es un género que va muy bien a la Big Bang. y que la estreno en este formato. De alguna forma quedan retratadas todas mi época".

El ritmo de ventas de entradas augura un lleno, lo que le satisface doblemente. "Nos habíamos planteado ir a otra función pero es mucho esfuerzo a mis años, son 18 temas, casi tres horas en el escenario, con lo que hablo y demás, es mucho para en el mismo día".

Z El timple con ocho años

El contacto con la música le llegó de chico en Santa María de Guía. "Yo empecé haciendo música folclórica, tocaba el timple de aquella manera en una agrupación que se llamaba Princesa Guayarmina, en Guía, tenía ocho años y estuve tocando un tiempillo y tal, y entonces allí empezó todo al escuchar a la gente cantar, hacer voces y demás, los boleros,.., ya que no solo era folclore sino lo que se hacía entre los que quedaban al terminar los ensayos. Había gente muy buena entonces, no se si has oido hablar de El Claca, que también se arrancaba por boleros y por tangos muy bien.

Z En Sevilla, la guitarra

Braulio curso el Bachiller Superior en la Universidad Laboral de Sevilla, y allí cogió la guitarra. "Empecé a tocar la guitarra con un grupo que se llamaba The Lunik, como el satélite ruso, con José Luis Perales que era el guitarra solista, y a partir de ahí se me olvidó el timple, y no es que tampoco toque muy bien la guitarra, la toco para mí, y con el timple soy consciente de mis limitaciones". Acabó los estudios y de vuelta a Guía la música seguía siendo el norte que al tiempo sería su oficio.

Z La época de Los Mejías

"A mi vuelta conocí a Pepe Mejías, y empezamos a tocar en los descansos de la orquesta, eramos Los Mejías Junior. Éramos un cuarteto con Paco Martínez, un chico de León que tenía familiares en Guía, que ya falleció, Paco Santana de Las Palmas que tocaba la batería, Pepe Mejías al piano, y yo con la guitarra. No teníamos bajo ni nada, y tocábamos con amplificadores muy elementales, Y tocábamos lo que sonaba aquel tiempo en la radio con mucha influencia italiana, francesa, las baladas que se radiaban entonces, porque yo he sido más baladista que otra cosa".

Z El rock quedaba lejos

Los primeros pasos en un conjunto, que no grupo, en el que Braulio militó en la Isla -tras Los Mejías estuvo un tiempo con otra banda del noroeste de Gran Canaria, Los Rayos, que lo acompaña- no iban en la misma dirección de las bandas que idolatraban el rock and roll en la capital grancanaria. "Los campurrios éramos más de melodía, y el rock era más de la gente de la capital. Me acuerdo perfectamente de Los Idolos y lo que hacían. Nos gustaba el rock y hacíamos canciones de aquella manera, pero no teníamos la calidad que tenían ellos, Me acuerdo cuando vino Cliff Richards con los Shadows al Flamingo, yo no pude ir. A partir de entonces todo se fue complicando, comencé a ir a festivales solo y con el grupo, y luego surgió lo de Benidorm y aquí estamos".

Z Belter y las grabaciones

"Antes de ir a Benidorm contacté con la compañía Belter para ir al festival, y controlarme de alguna manera [risas], y estuve con ellos unos diez años. Y luego vino el salto a América". En Benidorm concursó en los años 1973, 1975 y1981. "El primer disco lo grabé entre los años 72 y 73 y grabé un tema, un single que se llamaba A mi guitarra, que fue el que lleve al festival". En aquellos años, el rol de cantante llevaba parejo una actitud contestataria. "Tuve luego unos años de rebeldía. Uno a veces no sabe contra que se manifiesta, hay una necesidad de estar en contra de algo, habían cosas que me molestaban y supongo que influídos por otros cantautores a nivel nacional y demás, Serrat y compañía, hice lo que hice". Con anterioridad, en 1971 hizo el servicio militar, y como bien recuerda ahora "en los últimos ocho meses me mandaron a Ferrol castigado gracias a las llamadas que hicieron algunas personas al Servicio de Inteligencia Militar. La supuesta filiación comunista tuvo la culpa.

Z 'Canto a Canarias'

Déjalo volver (1975), Sobran las palabras (1976), Vivir sintiendo (1978), Tu regreso a casa (1979) , Reencuentro (1983), En la cárcel de tu piel (1985), Lo bello y lo prohibido (1998) - que lo nominó a los Grammy- y Sobrevivientes del amor (1990), entre otros, fueron grabaciones que Braulio iba encandenando con notable soltura, y sumando reconocimientos dentro y fuera de España. En 1995 lanzaba Canto a Canarias en dos entregas. El primero dejaba un repertorio que queda para la historia, que terminaría por cambiar su vida. Canciones como Lolita pluma, Mándese a mudar, Ay!? ¿Qué le pasa ar nota?, El corredera o Chulo playero afloraban otro verbo y actitud en un Braulio que dejaba temporalmente de lado los relatos de amor y desamor. Lo explica: "Me fui de Canarias porque ocurrieron tres cosas. A partir del disco Canto a Canarias no se me acercó nadie del sector nacionalista de entonces, como si no existiera y nada de aquello hubiera ocurrido. Luego llegó la corriente aquella del new wave y todo cambió, comenzaron a poner música en inglés en todas las emisoras, la balada se arrimó y me divorcié, y logicamente fueron muchas cosas a la vez. Me fui a América porque tenía noticias de que mi música sonoba, tenían interés por lo mío desde el principio, y no me arrepiento".

Z Miami, vuelta a empezar

"Al llegar allí a Miami fue volver a empezar porque tuve que actuar en sitios donde habían hasta tiros. Era un ambiente peligroso, una época de efervescencia de la droga, como retrataba la serie Miami Vice, que no era tan exagerado, había una tensión en el ambiente. Ahora está controlado y localizado en determinadas zonas de la ciudad. Y afortunadamente hice mi carrera allá. Primero con la CBS, que luego fue comprada por Sony, seguí grabando discos, llegaron discos de oro y alguno de platino , y seguimos trabajando".

Z El restaurante

Braulio se metió a empresario de restauración en Miami al poco tiempo de asentarse allí. La empresa se torció. "Me metí con el restaurante en Miami porque aquello era como una pequeña sala de conciertos, y lo que más me llamaba era eso, en vez de estar todo el día de aquí para allá tenía mi propia sala. Decidimos al mismo tiempo ofrecer comida canaria, pero si tú no estabas allí aquello no funcionab. Aquello fue un desmadre total y absoluto y me lo pude quitar de encima".

Z El nuevo público

"En estos años mucha gente joven se ha acercado a mi música, lo que ha sido una agradable sorpresa. Y se han producido situaciones como hace poco en la que se me acercó una señora en silla de ruedas a un concierto, la trajeron las nietas, que se sabían las canciones mejor que ella, y me dieron una tunda la gente del local durante toda la noche, me decían: 'ya te va quedando poco'. Y es curioso como el público y otra gente se ha apropiado de las canciones. A veces escucho cosas mías antiguas y no las reconozco, Las terminas y ya no son tuyas".

Z La vuelta al bolero

En 2010 Braulio editó el álbum Boleros con los que me enamoré. Ahora tiene nuevo trabajo Sie7e Décadas, que da nombre al concierto que lo trae de vuelta a la Isla. Asegura que nunca ha abandonado la canción romántica y el bolero. "Incluso en la época que hice Canto a Canarias seguía siendo un cantante ligero y romántico, porque un artista de este tipo de música tiene sus opiniones y las mostraba cantando. Lo que hago me gusta, y lo más importante es que tiene un público muy extenso. La última actuación que hice antes de venir a la Isla fue en Tampa el 1 de abril, y estaba lleno. Y cuando la gente canta mis canciones eso significa que todo lo que hecho tiene sentido, justifica todo mi trabajo. Forman parte de la banda sonora de muchísimas personas".

Z La misma ilusión

"Voy y vengo de Miami a Canarias, soy residente permanente y no tengo la nacionalidad porque tienes que estar un tiempo continuado, y hay que hacerlo porque ya me dice mi agente que hay que arreglarlo porque no se sabe lo que puede ocurrir ahora", sentencia. Y recuerda que "sigo cantando con la misma ilusión que cuando tenía 30 años, aunque tengo que reconocer que soy tan antiguo que me he quedado en la época del fax, la tecnología no la entiendo". ¿Y qué le pide Braulio a la vida entrado en los 70? "A nivel personal y profesional, nada. Creo que es un regalo haber vivido, en julio cumplo 72, y ves a todos los que se han quedado por el camino. He disfrutado la vida muchísimo y la sigo disfrutando, tengo buenos amigos por todos lados, y no se que más pedir. Lo digo sin rencores, y serán dos o tres las personas con las que no me hablo pero más que nada por higiene mental. Y uno es consciente de que el motor se va deteriorando".

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