El consejero delegado de Prensa Ibérica, Aitor Moll, puso ayer en valor la relevancia de la prensa regional y local en el conglomerado mediático español, donde representa un 75 % del total, y aseguró al respecto que "la prensa nacional solo es líder en Madrid". Es más, "ningún otro medio te da más impacto que uno regional, sobre todo si es líder en su zona", como es el caso de LA PROVINCIA/DLP, editado por el citado grupo. Moll pronunció ayer una conferencia en Valencia sobre El futuro de un negocio cambiante en un almuerzo organizado por la Asociación Española de Directivos-AED en el transcurso del cual expuso la transformación digital de Prensa Ibérica.

Moll desgranó previamente los datos básicos de EPI, con 16 cabeceras en ediciones en papel y digital y varias televisiones y radios locales. El grupo da empleo a 1.800 personas, de las cuales mil son periodistas. Y tiene una difusión de 171.000 ejemplares diarios que lo sitúan en el tercer lugar del escalafón del sector, además de 1,6 millones de lectores en papel y otros 1,4 a través de la web.

La conclusión de todos estos números es que "seguimos vendiendo mucho, aunque las ventas caen de forma continuada", afirmó Moll, quien acto seguido expuso varias causas que explican esa deriva. Una de ellas, claro está, es la irrupción de la prensa digital, con contenidos gratuitos y unos ingresos publicitarios insuficientes. Pero hay otros factores. Por ejemplo, el "espejismo en la difusión" que se produjo a partir de finales de los 90, cuando las empresas empezaron a lanzar promociones que ayudaban a elevar las ventas pero que en muchos casos también comportaban costes añadidos. "No vendíamos periódicos, sino vajillas", dijo ayer.

Pero hay más. Como dijo Aitor Moll, "los diarios nunca han sido un producto de masas, aunque sí para generar influencia y opinión" y, en buena medida, sus compradores "suelen ser personas que tienen puestos de responsabilidad". Se trata de una conclusión que "rompe el mito de que los jóvenes de ahora no compran prensa" porque la leen en sus tablets o en sus móviles: "Nunca lo han hecho, porque tienden a comprar diarios a partir de los 35 o los 40 años". El consejero delegado añadió que la caída de la difusión se debe también a las dificultades en la distribución por el cierre de quioscos y por la necesidad de incrementar las suscripciones.

Por último, citó la contracción publicitaria, un sector que aportó días de gloria antes de la crisis a la prensa por el empuje de las administraciones públicas y las actividades inmobiliarias, de la construcción y del automóvil. Al amparo del ladrillo, además, nacieron muchas cabeceras.

Luego "se acabó la fiesta" con el inicio de la crisis y encontró a "muchos diarios mastodónticos", cuyos grupos estaban muy endeudados. De ahí que Moll augurara ayer concentraciones o al menos alianzas que permitan "plantar batalla a las grandes tecnológicas": "Hay demasiados operadores en el sector. La situación de los grandes es complicada, no solo por la deuda, sino también por la toma de decisiones". En su opinión, las nuevas generaciones dentro de esos grupos pueden propiciar los cambios y al respecto desveló que ya "hay muchas conversaciones".

El consejero delegado de Prensa Ibérica puso énfasis en la dicotomía en la que vive la prensa en la actualidad, con un 80 % de sus ingresos procedentes de las ediciones de papel, pero con la necesidad de hacer la transición hacia el modelo digital ante la demanda de clientes. Moll no cree que el primero vaya a desaparecer, al menos en la próxima década, pero considera fundamental "apostar" por el segundo.

En relación con esto, esbozó cuáles son las principales líneas estratégicas de Prensa Ibérica. En primer lugar, destacó la necesidad de ofrecer un periodismo de calidad que genere confianza en los lectores, porque, de otra forma, "¿cómo vamos a conseguir que nos paguen por nuestro producto?". En segundo lugar citó la transformación de la redacción y la inversión en formación para que sus trabajadores "piensen primero en la web y luego en el papel" y traten de no hacer lo mismo en un sitio y en otro.

Moll también mencionó el aprovechamiento del big data para conocer las necesidades y gustos de los lectores y darles contenidos personalizados; utilizar la especialización tecnológica de los diarios para dar valor añadido a los anunciantes y diversificar las fuentes de ingresos.

En el coloquio posterior, al consejero delegado de Prensa Ibérica se le preguntó por el futuro de la televisión. Y se mostró contundente en el análisis: el modelo de los grandes grupos "es obsoleto", porque la televisión se ve cada vez menos y se va a contenidos personalizados.