La falta de menores tutelados por el Gobierno de Canarias que cumplieran los requisitos para ser adoptados obligó al Ejecutivo regional a paralizar en 2012 las listas de inscripción de familias del Archipiélago para iniciar este proceso. Sin embargo, después de los cambios normativos del pasado 2015 y con un mayor número de niños y niñas esperando por una familia en los centros dependientes de la Comunidad Autónoma, la Consejería canaria de Políticas Sociales ha vuelto a abrir esas listas.

Según indicó el viceconsejero del área, Francisco Candil, a finales del pasado mes de abril "se reactivó esa lista", cuestión que en la práctica implica que "se retoman los expedientes de aquellas familias que esperaban desde 2012". "Los padres y madres podían apuntarse, pero la falta de niños impedía que los trámites pudieran llevarse a cabo", añade el viceconsejero.

Sin embargo, Candil explica que la Administración canaria cuenta con menores en situación de adopción por lo que "se están retomando las solicitudes de 2012 y se empezarán a recibir peticiones". En cualquier caso, el viceconsejero de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias aclara que en este momento en torno a 20 niños y niñas se encuentran en espera por una familia, "en diferentes fases del procedimiento".

Entre las cuestiones que han permitido este nuevo impulso se encuentra la normativa a la que alude el responsable autonómico, quien especifica que entre las novedades de la ley aprobada en 2015 se encuentra un plazo máximo de tutela por parte del Gobierno a los menores declarados en desamparo. "El articulado establece que si dos años la familia biológica no inicia el procedimiento por recuperar la tutela de sus hijos y trabaja por tener el entorno social y económico adecuado, ese niño se integra en la lista de adopción", señala el viceconsejero.

"La idea es que los chiquillos no inicien un peregrinaje de centros o familias de acogida porque siempre el proceso de adopción tiene como objetivo garantizar los derechos de los menores", comenta Candil. En el caso de la veintena que se encuentra a punto de entrar en una familia, explica que se trata de un grupo de diferentes edades y lamenta que precisamente es ese uno de los problemas a la hora de la adopción.

"La mayoría de las familias prefiere bebés, por lo que es más fácil terminar los trámites para menores de cero a tres años", comenta el viceconsejero, quien informa de que "lo más habitual es que se trata de niños que han sido directamente dados en adopción en lo que se conoce como madre cedente". Se refiere a los casos de mujeres que al quedar embarazadas manifiestan su intención de entregar al bebé al Gobierno de Canarias para que les busque una familia, caso que sirvió el pasado año para que ocho niños fueran adoptados.

En ese caso, según puntualiza Francisco Candil, "se da un tiempo de seis semanas desde el momento del parto para que la madre tome la decisión definitiva y en los dos meses posteriores suele estar resuelto y el bebé en su nueva familia". En 2016, 30 menores fueron integrados en familias adoptivas, tras culminar unos trámites que el propio viceconsejero de Políticas Sociales admite como "lentos", pues se trata de un proceso "riguroso y exhaustivo" por los controles que se hacen a las familias solicitantes: "Se analiza la situación laboral y social así como la estabilidad a través de un informe pormenorizada" y añade que "las declaraciones de idoneidad se renuevan cada seis meses".

Luego se inicia un procedimiento denominado de acogimiento con fines adoptivos que concluye cuando el juzgado confirma la adopción. El nombre de ese proceso es otra de las novedades que destaca el viceconsejero, quien entiende que "permite una medida más definitiva para los menores".