La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista a Rafael Álvarez 'el Brujo'

"La renovación política y social en España la verán nuestros biznietos"

"Tengo la vis cómica que me acompaña, pero me gusta ofrecer momentos teatrales más refinados", explica el actor y dramaturgo

"La renovación política y social en España la verán nuestros biznietos"

Viene a la capital grancanaria con el espectáculo Cómico , una especie de "labor de destilado" de sus últimos diez años en el teatro. ¿Qué se va encontrar el público en esta única función programada en el Cicca?

Es un espectáculo de mucha risa, el público se va a divertir mucho y va además a entrar en algunos episodios autobiográficos míos que yo cuento con humor, de mi infancia, de mi pueblo... pero también hay fragmentos de poetas clásicos del Siglo de Oro español. Es un show divertido donde están estos dos ingredientes, el humor y la poesía, elementos autobiográficos, con un actor embriagado con el teatro.

¿Qué pasajes de su vida, si puede avanzar algunos de ellos, son los que provocan ese humor?

Mi infancia, los recuerdos de un gato que tenía y cómo jugaba con él. Mi casa, que era como una pensión en la que había huéspedes, entre ellos un cura, cómo yo ayudaba en misa y todo eso son parte de los relatos que voy a contar. Y no digo más para no desvelar al público la obra.

¿Por qué decidió armar este montaje retrospectivo sobre su trayectoria vital y profesional reciente?

Pues porque la gente quiere ir al teatro a reír y a mí me encanta. Yo tengo la vis cómica y el carácter que me acompaña en mi trayectoria como actor desde que empecé, pero al mismo tiempo me gusta también ofrecerle al público momentos teatrales que son más refinados, más poéticos y tal, y para que la gente escuche las poesías primero lo hago reír y luego les lanzo un poema.

¿Cómo está funcionando la gira de Cómico ? Tiene usted igualmente en itinerancia otros proyectos como La Odisea, Mujeres de Shakespeare, El Lazarillo de Tormes, San Francisco Juglar de Dios, El evangelio de San Juan o El testigo.

La gira va muy bien y hago muchos espectáculos porque como nos subieron el IVA en el teatro, aunque ahora dicen que lo van a bajar pero como no se han aprobado los presupuestos, he teni- do que hacer un montón de monólogos todos a la vez porque de esta manera he tenido la posibilidad de trabajar más. El espectáculo Cómico, por ejemplo, es un espectáculo sencillo que no tiene una complicación de montaje, que cabe en cualquier escenario, más grande, más pequeño, y puedo ir a muchos sitios. Otros es-pectáculos como La Odisea o El evangelio de San Juan, aunque éste último no lo hacemos porque va con cuatro músicos y hace ya cinco años que se estrenó, y los más complicados ya solo pue- den ir a espacios mayores aun-que tengan esas características. Sigo en gira hasta septiembre cuando entramos en temporada en Madrid con Autobiografía de un yogui.

¿Se encuentra cómodo en este formato?

Sí, muy cómodo porque me permite improvisar, salir del guión, y si en un pueblo o en un teatro determinado si veo que la gente está un poco distraída o no entra en lo que yo propongo, cambio rápidamente las claves y el juego del espectáculo, y trato de que la gente siempre esté conectada.

¿La dinámica de la actualidad propicia que se introduzcan nuevos elementos?

La actualidad que tenemos supera a cualquier ficción. Tenemos una actualidad que nos ha desbordado completamente, y entonces necesitamos tomarnos las cosas con sentido del humor, si no, es una tragedia permanente: la corrupción, la degeneración de la política, es sencillamente tocar fondo. Y creo que de aquí en adelante va a haber una renovación de la vida política y social en España, lo que pasa es que la verán nuestros biznietos.

¿El teatro en España tiene buena salud?

Los artistas han sufrido mucho la debacle económica. La profesión está muy tocada, llevo ya muchos años, y a mí cogió la crisis con la carrera hecha, con una empresa y un circuito muy montado, pero a los que empezaban los ha roto. La crisis fue el golpe, pero el IVA fue la puntilla.

Compartir el artículo

stats