Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias ha descubierto un planeta con una masa entre dos y tres veces la de la Tierra en la zona de habitabilidad de su estrella, una enana roja que se encuentra entre las 100 estrellas más próximas al Sol.

El hallazgo ha sido realizado con la técnica de velocidad radial, señala el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en un comunicado en el que indica que sólo se conocen unas decenas de sistemas planetarios de este tipo, y su detección ha sido posible con el espectrógrafo HARPS-N del Telescopio Nazionale Galileo (TNG), instalado en el Observatorio del Roque de Los Muchachos de La Palma.

Hace apenas 25 años no se conocían más planetas que los del Sistema Solar y hoy en cambio se sabe que hay más de 3.500 exoplanetas poblando el Cosmos, añade.

Para detectarlos hay diversas técnicas y una de las más comunes es la técnica de velocidad radial, que consiste en medir los cambios en la posición y la velocidad de una estrella a medida que ésta y un planeta a su alrededor orbitan su centro de masas común. Según la masa de ambos objetos, la fuerza gravitatoria hará que varíen más o menos y ese efecto se reflejará en un desplazamiento en el espectro de la estrella observada.

Con este método, el estudio liderado por los investigadores Alejandro Suárez Mascareño (IAC-Observatorio de Ginebra), y Jonay Isaí González y Rafael Rebolo, también del IAC, ha conducido al descubrimiento de un planeta con una masa entre dos y tres veces la terrestre que podría ser rocoso.

Ésta es la sexta súper-Tierra más cercana a nuestro sistema solar en la zona de habitabilidad de su estrella, una enana roja que se encuentra entre las 100 estrellas más próximas al Sol. Los resultados de este trabajo, en el que también ha participado el INAF (Istituto Nazionale di Astrofisica), el IEEC (Institut d'Estudis Espacials de Catalunya) y el TNG (Telescopio Nazionale Galilleo), han sido aceptados para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics.

Este planeta es especialmente interesante por su cercanía, indica el IAC, que precisa que a 21 años luz, en nuestro vecindario cósmico, es una de las súper-Tierras conocidas menos masiva, que además se encuentra en la zona de habitabilidad de la estrella GJ625 (Gliese 625), una enana roja.

A pesar de que estas estrellas son las más comunes del Universo y pueden albergar otras tierras, apenas se conocen unos centenares de planetas alrededor de ellas.

La mayoría se descubren en estrellas muy lejanas con la técnica de tránsitos, un pequeño eclipse que produce un planeta al pasar por delante del disco estelar.

En cambio, solo unas pocas decenas de planetas rocosos se han descubierto por la técnica de velocidad radial en estrellas cercanas y muy pocos se encuentran en la zona de habitabilidad.

Uno de los proyectos llevados a cabo por este equipo científico para estudiar exoplanetas en torno a enanas rojas cercanas al Sol es HADES, programa en el que participa el espectrógrafo de alta resolución HARPS-N con el que se ha detectado la nueva súper-Tierra.

Este instrumento, instalado en el Telescopio Nazionale Galileo (TNG) de 3,6 metros, observó la enana roja durante tres años y midió las pequeñas variaciones en su velocidad radial producidas por la fuerza gravitacional del planeta.

Con los 151 espectros que obtuvieron dedujeron que el mismo tarda unos 14 días en dar una vuelta alrededor de su estrella en una órbita cercana.

Como GJ625 es una estrella relativamente fría, explica Alejandro Suárez Mascareño, primer autor del estudio, el planeta se encontraría en el borde de la zona de habitabilidad, donde podría existir agua líquida. Además, dependiendo de la cobertura de nubes de su atmósfera y de su rotación, podría ser potencialmente habitable, añade. En el futuro, comenta Jonay González, serán fundamentales nuevas campañas de observación fotométrica para intentar detectar tránsitos de este planeta en torno a su estrella dada su cercanía al Sol.