¿Cómo surge hacer su primer largometraje documental sobre los aborígenes canarios?
En principio quería hacer un cortometraje de ficción sobre los conquistadores y su encuentro con los guanches, es el tema que me interesaba. Al buscar información nos dimos cuenta de que no había tanta documentación accesible para todos y aún menos información a nivel internacional. Así, poco a poco, cuanto más buscábamos, más nos dábamos cuenta de que hacer un documental era lo más acertado, así pasamos de un corto de ficción a un largo documental sobre los aborígenes canarios.
¿Cómo descubre la existencia de una antigua civilización que existía antes de la llegada de los españoles a Canarias?
Por mi padre. Me había hablado de ello, pero de manera muy general. Y por turistas he oído leyendas y mitos sobre los guanches, pero muy alternativas. La investigación empieza por querer separar qué era verdad y qué era mito de todo lo que escuchaba. El desafío del documental es ponerse en el punto de vista de los guanches y empezar a preguntarnos lo que podían pensar, cómo vivían y cómo se sentían en aquel momento en el que los conquistadores llegaron y cómo pudo ser la interacción entre esas dos civilizaciones completamente diferentes. Para poder explicar ese antagonismo entre esas dos civilizaciones tuvimos que buscar los orígenes guanches.
¿Cómo se desarrolla el proyecto? ¿Dónde arranca la búsqueda de información?
Empezó en internet, pero hay muchas cosas que no son ciertas. Hablan más de mitos. Era imposible encontrar algo serio, así que nos vinimos a las Islas para investigar. Encontramos muchos especialistas: arqueólogos, historiadores, pero no teníamos mucho tiempo, en cada viaje encontrábamos nuevos contactos y teníamos que preparar una nueva visita. En total vinimos cuatro veces.
¿El tratamiento del documental se puede definir como una visión general sobre la cultura aborigen o su propia visón?
Un poco de cada. Es inevitable que aparezca mi punto de vista, aunque sea de manera indirecta. El filme empieza y acaba con la misma imagen, presenta un viaje personal, dando respuesta a las preguntas que me hago sobre la civilización, de dónde venían. La línea narrativa empieza con la búsqueda de su origen, su identidad, cómo vivían. La segunda parte de la película es mas histórica, la relación con los españoles, los franceses, los europeos en general con los nativos del Archipiélago. Busco la definición del ser humano en esa época. Estaba interesado en cuál era el límite entre lo moral o no, el límite en quién es un ser humano y quién no es, quién es civilizado y quién no y la evolución de ese límite desde el punto de vista europeo. Me interesa mucho tratar esa pequeña línea.
La película ya se ha exhibido, ha estado en el mercado de Cannes, ha participado en varios festivales. ¿Cómo ha recibido el público Savages in Foreign Lands ?
En la proyección del Festivalito de La Palma la respuesta del público ha sido buena. Curiosamente el público más joven es el que ha estado más interesado en ella. Teníamos miedo de la reacción del público.
Aterrizaron el viernes en Canarias para asistir a El Festivalito de La Palma. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Muy, muy bien. Es algo único. Estoy muy feliz de estar aquí y haber podido asistir al Festival, porque es algo que no hubiéramos pensado si no hubiéramos estado en Canarias para presentar la película. Es muy interesante volver a las Islas años después y presentar el documental. Es algo que no esperábamos.
La película empieza con el título de Savages . ¿Quiénes son los salvajes de Raphael Biss?
Extraña pregunta. La palabra salvaje para mí no tiene una mala connotación, es algo natural, primitivo, de una manera u otra, todos somos un poco salvajes, es parte de nuestra historia, pero aquí hay moral, reglas, leyes, cosas que pasan de salvaje a civilizado. Sólo es un punto de vista, el de la persona civilizada, entre comillas.
