El equipo liderado por inmunólogo colombiano Manuel Patarroyo dispondrá de una vacuna contra la malaria con un 96,6% de efectividad "al terminar este año o en el próximo, máximo a mitad de 2018", según anunció este miércoles durante la inauguración del XIV Congreso de la Sociedad Española para las Ciencias del Animal de Laboratorio (Secal) en Las Palmas de Gran Canaria.

Esta revelación y otras realiza el eminente científico en una entrevista que puede leerse este jueves en La Provincia, tanto en la edición impresa como en la digital, donde se ofrecerá como contenido premium, en exclusiva para nuestros suscriptores.

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En la entrevista, el científico explica detalles sobre los ensayos en humanos que ha avanzado en su intervención en el Congreso. "Vamos a hacer los estudios en humanos en Colombia y en algunos países africanos simultáneamente, en los que se pretende averiguar la seguridad. Comencé a determinar cómo hacer ensayos de vacunación contra la malaria hace 31 años, avanzamos el camino y tenemos muy pillado lo que hay que hacer", detalló el también premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994.

Según Patarroyo, "hemos analizado una vacuna contra la malaria que está por encima del 81,7% [de eficacia] en los animales de laboratorio, los monos, y estamos muy encima, trabajamos muy activo en obtener otra por encima del 95%, pero ya con las reglas de juego que hemos venido buscando a lo largo de los últimos 35 años, una metodología lógica y racional para el desarrollo de vacunas, que no se aplique a la gente el microbio matado o mutado o se saquen moléculas recombinantes o su ADN, sino conociendo las leyes físicas, químicas y matemáticas de las moléculas que usted va a utilizar como vacunas, lo que permite el conocimiento de esas reglas para extrapolarlas a otras enfermedades".

Por ello, el científico colombiano aprovechó su presencia en el Auditorio Alfredo Kraus para apoyar y reconocer la labor de la Secal, "fundamental para la salud humana y la comprensión de los mecanismo biológicos que hay detrás", porque "hubiera sido absolutamente imposible" desarrollar la vacuna contra la malaria "sin los modelos experimentales, es decir, sin los animales de laboratorio, todos los mecanismos complejísimos que tiene la vida no se pueden simular en el más potente de todos los ordenadores".

En su opinión, "hay gente que quiere polemizar por esencia, existe un nuevo fundamentalismo que ha aparecido alrededor de algunos grupos que quieren, no sé con qué interés, detener ciertos desarrollos, pero no pueden llegar a esos extremos y no conducen a nada. Nuestra posición ha sido siempre buscar una cosa lógica en la que haya el mayor respeto a todas las formas de vida, a todas sin excepción, pero eso no quiere decir que no tengamos tomar actitudes contra los mosquitos".