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Educación

Dos colegios grancanarios participan en un proyecto europeo contra la obesidad

Marpequeña y Claret colaboran en el estudio de la ULPGC, Reino Unido y Grecia dirigido a formar al docente para educar a ciudadanos sanos, felices y tolerantes

Exposición de los resultados del proyecto a alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la ULPGC, futuros maestros. LP/DLP

Dos colegios de Gran Canaria, el CEIP de Marpequeña y el Claret, han participado en el proyecto europeo Salud Escolar y Bienestar ( Pupil Health & Well-Being), dirigido a frenar la obesidad infantil e inculcar hábitos de vida saludables desde las aulas de Infantil y Primaria. Dicha iniciativa, desarrollada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria junto a universidades de Reino Unido y de Grecia, finaliza esta semana con la creación de un curso formativo para docentes en activo y alumnos de Magisterio de toda Europa, en el que se introducen herramientas innovadoras para educar a ciudadanos más sanos, felices y tolerantes.

En el proyecto, incluido en el programa Erasmus+ (KA2), han participado seis centros escolares, los dos canarios, dos londinenses y dos de Tesalónica. La iniciativa comenzó en enero de 2016 y concluye este fin de semana en Gran Canaria, con una experiencia piloto del curso en la que participarán profesores de los tres países participantes, así como futuros docentes actualmente en formación. En septiembre, se impartirá en Londres dicho curso, a una selección de maestros de toda la Unión Europea.

El material también estará disponible en la web phwb-project.com, en los tres idiomas y de forma gratuita, para los profesores de la UE.

Así lo afirmó el profesor Antonio Almedida, coordinador del proyecto por la ULPGC, que valora muy positivamente el resultado final. "El trabajo se orientó en torno al concepto de salud y bienestar del alumnado y termina con un curso formativo para los docentes. Muchas de las experiencias que hemos realizado ha sido con alumnos de Educación Infantil, Primaria y de Educación Social", subrayó.

También en la Facultad de Ciencias de la Educación de la ULPGC, en las asignaturas de Teoría Educativa y Metodologia de la Investigación, y de Educación para la Ciudadanía, han incorporado contenidos y competencias de dicho proyecto. "Los alumnos han valorado positivamente la actividad porque han visto a nivel práctico los elementos teóricos, que es uno de nuestros objetivos, la transferencia del conocimiento, es decir que no se quede en la teoría".

Al abordar el ámbito de la salud y el bienestar del alumnado, los trabajos se han centrado en el área de la Educación Física, uniendo la necesidad de la alimentación saludable con el ejercicio físico.

"Dentro de la Educación Física, hemos trabajado a través de los juegos tradicionales y de las danzas del mundo cuestiones como la diversidad de género, la discapacidad y el multiculturalismo. De tal manera que los juegos que utilizamos se han adaptado para dar respuesta a estos valores", indicó Almeida.

Mientras que los investigadores de la ULPGC se han centrado en la parte más práctica del proyecto; los de Grecia han trabajado el cambio de modelo en la educación física para dar respuesta a los hábitos saludables en la infancia; y los británicos en el marco teórico, haciendo un estudio sobre la situación actual de la obesidad infantil, los problemas que se han detectado y el por qué del proyecto. "También es importante que se haya implicado a toda la comunidad. La salud y el bienestar del alumnado, no sólo lo hemos centrado en el sujeto, es decir en el niño, también en la comunidad entendida como la propia escuela, la familia, y el contexto en el que vivimos", indicó el investigador de la ULPGC.

En el caso de la Universidad grancanaria, se ha adaptado juegos tradicionales para fomentar los valores del proyecto europeo. "En la gallinita ciega, por ejemplo, el niño hipotéticamente se transforma en un alumno con discapacidad. Se le pone el pañuelo en los ojos y es guiado por un compañero. El objetivo es ponerse en el lugar del otro. También usamos el juego de la cadena humana para impulsar la igualdad de género. Lo hemos hecho de forma que la cadena se forme con un chico y una chica alternativamente, y el objetivo es pasarlo bien y visibilizar que todos tenemos las mismas capacidades siendo hombre y siendo mujer".

Las danzas del mundo como herramienta educativa también se incorpora al proyecto para dar a conocer otras culturas a través del baile y hacer de la diversidad un valor a inculcar desde pequeños.

"Esto es mucho más que un proyecto contra la obesidad infantil, trabaja el bienestar del niño en su conjunto. Si los alumnos están bien consigo mismos y con su comunidad, estaríamos hablando de bienestar porque engloba dos elementos importantes para la educación integral del individuo, salud personal y armonía con el contexto".

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