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Educación

La FP de las nuevas oportunidades

Los mejores expedientes de Formación Profesional en Canarias superan los 30 años, son titulados universitarios y los ciclos superiores les han servido de puente hacia sus vocaciones

La FP de las nuevas oportunidades

El aprendizaje y la formación a lo largo de toda la vida tiene su máximo exponente en la Formación Profesional, unos estudios que se han convertido para muchas personas en una segunda oportunidad para encaminarse hacia sus vocaciones, sacarse la espinita de no haber estudiado algo que siempre les había gustado, o incluso servir como puente a estudios universitarios que estuvieron fuera de su alcance tras la etapa del instituto.

Este es el caso de cuatro de los Premios Extraordinarios de Formación Profesional, concedidos este año por el Gobierno de Canarias a los 20 mejores expedientes académicos que concluyeron el pasado curso un ciclo formativos de grado superior con una nota media superior al 8,5. Sandra Ruiz Miranda obtuvo un 10 de media en el ciclo de Dietética y Nutrición en el IES Primero de Mayo; Lourdes Vera Yánez, un 9'64 en Imagen Personal en el CIFP Cruz de Piedra; Jaime Raúl Espino Morales, un 9,2 en Animación de Actividades Físicas y Deportivas en el IES Felo Monzón Grau-Bassas; y Yeray Jacob Sánchez Jiménez, un 8,5 en Mecatrónica Industrial en el IES Nueva Isleta-Tony Gallardo.

Los cuatro tienen en común un título universitario, en su mayoría superan los 30 años y que estudian por "amor al arte", porque piensan que nunca es tarde para retomar un sueño, o dedicarse a lo que siempre les ha gustado.

De los cuatro, Sandra Ruiz Miranda es la más joven, con 26 años. Se graduó en Enfermería por la Universidad de Granada, ciudad en la que nació, y por amor se vino a vivir a Gran Canaria hace unos años, en 2014, donde se matriculó en el IES Primero de Mayo en el ciclo superior de Dietética que superó con matrícula de honor. Las excelentes calificaciones obtenidas le han dado acceso a la carrera de Medicina en la Universidad de Las Palmas.

"El ciclo fue muy bien, tuve unos profesores maravillosos y aunque había que estudiar mucho y ser muy constante, me encantó, y además tuve la posibilidad de hacer las prácticas en un centro de salud, un ámbito donde deberían apostar más por la figura del nutricionista, porque es la base de la salud", indicó la enfermera y técnico superior en Dietética, que acaba de concluir el primer año de Medicina en la ULPGC, unos estudios con los que siempre soñó desde pequeña.

"El ciclo de FP Superior me ha servido para llegar hasta Medicina, quitarme esa espinita que tenía clavada porque siempre había querido ser médico. Estudié Enfermería en su momento en Granada porque estaba cerca de mi casa, pero siempre tuve la Medicina como meta y este ciclo me ha servido de puente para pasar a la Universidad, de la otra forma era imposible".

Para Sandra Ruiz, el premio recibido por parte de la Consejería de Educación ha sido muy motivador. "Siempre se lo he comentado a mi madre, que es la primera vez en mi vida que se me ha reconocido tanto esfuerzo y las horas que le he dedicado a los estudios, por eso le digo que no me puedo ir de Las Palmas, tengo que seguir allí, porque en Granada nunca te reconocen el esfuerzo", indicó la joven que tiene como meta concluir los estudios de Medicina y compaginarlos con la Nutrición, dos campos que le apasionan. "La Formación Profesional me ha dado esta oportunidad y no soy la única. En la entrega de premios la consejera de Educación, Soledad Monzón dijo que la media de alumnos con mejores expedientes era de unos 35 años. Cuando tienen 18 años no valoras tanto los estudios, tienes la sensación de que hay mucho tiempo por delante, pero ahora lo aprovechas, lo exprimes, aprendes muchísimo más", indicó Sandra Ruiz que, tras concluir de forma brillante el primer año de Medicina, actualmente está en su tierra Granada, donde pasará el período estival. "Estoy a la espera de que me llamen para trabajar porque en verano trabajo como enfermera y en invierno me dedico a la carrera", concluyó.

Ingeniería y Estética

Para Lourdes Vera Yánez, de 36 años y titulada en Ingeniería en Diseño Industrial por la ULPGC, el ciclo de Técnico Superior en Estética Integral y Bienestar que cursó en CIFP Cruz de Piedra le ha dado la llave para dedicarse a lo que realmente le gusta. "No fue un ciclo fácil, me costó mucho, madrugaba todos los días para ponerme a estudiar y sacar la mayor nota posible", indicó la ingeniera, "porque aunque hice la Ingeniería, siempre me ha gustado la estética y siempre supe que en algún momento de mi vida iba a hacer este ciclo".

Aunque tiene experiencia laboral en diseño gráfico fundamentalmente, en 2014 no tenía trabajo y fue entonces cuando decidió hacer dicho ciclo, que culminó en 2016 con un 9,64 de nota media. "Siempre he sido disciplinada en los estudios porque nunca he dejado de hacer cursos, cuando me paraban intentaba siempre tener la mente ocupada. Este último ciclo me costó un poco más, pero dedicándole muchas horas y esfuerzo logré superarlo".

Tras finalizar dichos estudios en 2016 empezó a trabajar, primero en un gabinete médico estético, y posteriormente en un centro de estética, donde la pararon hace dos meses, y ha aprovechado este nuevo paréntesis para hacer un curso de Tanatoestética, en el sector funerario, y seguir especializándose. "Intento no estar nunca parada", subrayó.

Jaime Raúl Espino Morales, de 32 años y natural de Arucas, tiene una trayectoria formativa y laboral muy dispar, que ha ido reconduciendo en los últimos años hacia el ámbito de los deportes y la educación física, su pasión. Cuando terminó a lo 18 años el bachillerato, se fue a trabajar a Lanzarote a un puesto en Correos, al que accedió a través de la bolsa de empleo. Tras un año allí, decidió retomar los estudios, volvió a Gran Canaria e hizo un ciclo medio de FP en Electromecánica. Ello le animó a entrar en la Universidad, en Educación Física, pero la nota de corte no le llegó y terminó haciendo Magisterio, en la especialidad de Educación Musical, "porque fue donde conseguí la plaza". Nada más diplomarse, hizo la adaptación al grado por Bolonia en Educación Primaria, y cuando acabó empezó a trabajar en el Sur en los hoteles como auxiliar de mantenimiento, donde estuvo otro año más hasta que lo pararon, circunstancia que le llevó a estudiar lo que había querido desde niño.

"Siempre he sido un apasionado de cualquier deporte y por eso decidí hacer el ciclo de Técnico Superior de Actividades Físico y Deportivas en el Felo Monzón. El primer año me dediqué solo al ciclo y cuando llegó septiembre me llamaron de un colegio privado para dar clase en Educación Primaria. Así que el segundo año compaginé estudios con trabajo. Llegaba a las diez de la noche muerto, pero al día siguiente estaba con las pilas cargadas otra vez", confiesa. Un esfuerzo por el que obtuvo uno de los Premios Extraordinarios de FP.

"No siempre he sido buen estudiante, en Bachillerato tuve una nota media de 6,5 y aprobé la PAU en septiembre. Pero cuando entré en la Universidad me enganchó todo el tema de la didáctica y eso me animó a coger los estudios con más ganas. Cuando llegué al ciclo me encantó, todo estaba relacionado con los deportes, no me costaba estudiar". Este año le pararon en el centro educativo, y ahora colabora con una escuela de ciclismo, un ámbito más relacionado con lo que desde muy pequeño le ha gustado.

La Formación Profesional ha llevado a Espino Morales a cumplir sus expectativas. "Como he estado en cosas tan dispares, tanto a nivel de estudios como de trabajo, he visto el mundo laboral desde diferentes perspectivas y al final sé que es mejor trabajar en algo que te guste, aunque se cobre un poco menos, que estar a disgusto. Ahora mismo, con la escuela de ciclismo, los sábados y domingos no me importa levantarme a las seis de la mañana para ir con los chiquillos a la Aldea si hace falta a hacer una carrera, o a donde sea", indicó. Sus proyectos más inmediatos pasan por seguir con el ciclismo e intentar enlazar esta ocupación con otras iniciativas relacionadas con la actividad física.

Curiosamente, el caso de Yeray Jacob Sánchez Cabrera de 39 años y funcionario del Cuerpo de Policía Nacional desde 2006, es similar al de Jaime Espino, aunque a la inversa, ya que Yeray estudió la licenciatura universitaria de Educación Física, pero su vida ha ido por otros derroteros y ahora ha apostado más por su vocación tecnológica.

"Me gusta mucho la tecnología y empecé a estudiar Energías Renovables, pero lo dejé porque no cumplía mis expectativas. Entonces me decanté por el ciclo superior de Mecatrónica Industrial, de la rama de Mantenimiento Industrial y me vine del Sur a Las Palmas para matricularme en el IES Nueva Isleta Tony Gallardo, así que me alquilé una casa y pasé dos años estudiando aquí", indicó Sánchez Cabrera, padre de un niño de tres años, que compaginó desde 2014 hasta 2016 estudios y trabajo para superar con un 8,5 de media los estudios de Mecatrónica Industrial.

Para este funcionario, el éxito en los estudios tiene mucho que ver con la madurez y tener las cosas claras. "Yo veo que los chicos que entran muy jóvenes a la FP están un poco perdidos. Creo que por eso, entre los premiados la edad media es de 35 años, la gente que saca buenas notas es porque ya tiene una cierta madurez, sabe lo que quiere y tiene las cosas claras".

Admite que cuando estudió la licenciatura en Educación Física quedó un poco decepcionado con la Universidad. "Era muy teórica, habían desde mi punto de vista mucho contenido irrelevante. Yo creo que en eso la FP tiene la ventaja de ser más práctica".

Actualmente tiene la citada licenciatura, el título de técnico superior en Mecatrónica Industrial, y ahora está estudiando el ciclo de técnico superior en Informática, en La Laguna (Tenerife) donde se acaba de trasladar ya que su última titulación en Formación Profesional le ha dado la oportunidad de incorporarse al Departamento de Informática en la Policía. "El ciclo me ha servido para avanzar en el trabajo hacia un área que siempre me ha gustado".

Desde su experiencia, el mensaje que le gustaría transmitir a los jóvenes es que aprovechen todas las oportunidades que tienen a su alcance para formarse. "Se van a encontrar con un mercado bastante competitivo y está la cosa bastante difícil como para no estar preparados. Deben aprovechar la oportunidad de los estudios, que no vayan a clase a perder el tiempo", concluyó.

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