Una investigadora catalana ha desarrollado un sistema, basado en el uso de biología molecular, para detectar la presencia de algas tóxicas, que pueden ser ingeridas por moluscos o peces y causar intoxicaciones alimentarias a los humanos.

Según ha informado el departamento de Empresa de la Generalitat, Gemma Giménez ha investigado durante dos años este nuevo método gracias a una ayuda Tecniospring, en el centro de Tecnología Ambiental y Toxicológica de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona). El objetivo del nuevo método es detectar rápidamente la presencia de toxinas provenientes de microalgas de manera rápida y eficiente, "cubriendo más territorio", y que permita anticiparse a posibles episodios tóxicos.