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Cuando mirar al cielo es más fácil

El solsticio de verano tendrá lugar mañana alrededor de las cuatro de la madrugada

Cuando mirar al cielo es más fácil

Mañana será el día más largo del año. Esta circunstancia, marcada por la posición del planeta en su órbita alrededor del Sol, se ha convertido en un momento clave rodeado de misticismo pero sobre todo de astronomía. El solsticio de verano, como se conoce, tendrá lugar alrededor de las cuatro de madrugada cuando el eje de La Tierra se encuentre más inclinado hacia la estrella del sistema, lo que además implica que el Sol estará lo más alto en el cielo respecto al planeta.

A lo largo del año se repiten dos solsticios, uno en junio y otro en diciembre que vienen a fijar el momento en el que el tiempo se invierte. Es decir, a partir de mañana de madrugada el día comenzará a perder momentos de luz en beneficio de la noche, cuestión que se dará la vuelta en diciembre. La situación y la inclinación de La Tierra, aspectos que incluyen tanto en los solsticios como en los equinoccios, interfiere también en el paisaje que ofrece el firmamento a la población.

Para los próximos tres meses, hasta que el verano dé paso el 22 de septiembre al otoño, serán dos los eventos astronómicos más "relevantes" para mirar al firmamento, según indica el técnico didáctico del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, Oswaldo González. El primero de ellos ya es un clásico de cada período estival: las Perseidas, que tendrá durante la primera quincena de agosto.

También conocidas como Lágrimas de San Lorenzo por su cercanía con la onomástica, esta lluvia de estrellas se ha convertido en una de las que atraen a más curiosos, que aprovechan el buen tiempo del mes y los cielos despejados (con suerte) para intentar cazar un meteoro atravesando el firmamento.

"El máximo tendrá lugar entre el 12 y el 13 de agosto con aproximadamente unas 100 estrellas fugaces por hora", explica el responsable del Museo, quien avisa de que la hora aproximada para disfrutar de este espectáculo no es la llegada de la noche, sino sobre la una de la madrugada cuando la constelación de Perseo, de la que toman su nombre, aparezca en el horizonte. "Se trata de observar en un cielo oscuro, no es necesario irse a la cumbre, pero si hay intención de hacerlo, se ha de tener en cuenta que debe ser tarde o no se verán las estrellas", puntualiza Oswaldo González.

Aún así, el técnico del Museo avanza que el evento más espectacular del verano desde el punto de vista astronómico será el eclipse de Sol el 21 de agosto. Esa día, el satélite se interpondrá entre el planeta y su estrella, ocultando la silueta a vistas de la ciudadanía.

En Estados Unidos tendrán más suerte puesto que sus habitantes tendrán en el firmamento un eclipse total. En España, Canarias vuelve a ser afortunada pero no tanto: el eclipse será parcial. Según González, el fenómeno se iniciará "poco antes" de la puesta de sol por lo que no dará tiempo para disfrutar de todo el proceso. "La Luna ocultará el Sol al menos en un 40%", aclara el técnico del Museo, quien en cualquier caso define el acontecimiento como "espectacular".

De resto, durante estos meses al menos Júpiter y Saturno asomarán cada noche al cielo, siendo visibles con prismáticos desde que anochezca, especialmente Júpiter que se presenta con un "blanco intenso".

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