Los cachorros de los millonarios y de la realeza, unidos por una pasión en común: los caballos. No hay torneo de renombre al que falten. El último escenario ha sido el hípico de Montecarlo (Mónaco), el pasado fin de semana, donde los Grimaldi ejercieron de anfitriones y dejaron unas suculentas imágenes que en España no han pasado desapercibidas porque junto a la reina monegasca, la elegante Carolina de Mónaco, aparecieron su hija, la princesa Carlota, y también la zariña gallega, Marta Ortega. Ambas son habituales en ese grupo de ricos y famosos de los circuitos ecuestres, pero hasta ahora iban por libre y como mucho se limitaban a saludarse cariñosamente. No ha sido así en Montecarlo, donde los fotógrafos las han pillado juntas y bien avenidas, compartiendo palco con Carolina, y además con un añadido: acompañadas de sus novios, ellos también de buen rollo. Marta Ortega se dejó ver, y ya van varias veces, con su pareja desde hace algo más de un año, Carlos Torretta. Carlota de Mónaco apareció con Dimitri Rassam, con quien corteja desde hace unos meses.