La gala Mister Gay Pride que celebró la noche del viernes sus diez años de historia coronó a un cabo de la Armada, Ricardo Tacoronte, de Tenerife, demostrando igualdad y cumpliendo, desde la Puerta del Sol, con todos los cánones del formato: tres desfiles, larga duración y maniquíes que desfilaban sin tomar la palabra.

Ricardo Tacoronte tiene 28 años. Llegó representando a Tenerife y se ha alzado con la corona nacional. Mide 1,87 y pesa 89 kilos.

Nació en Santa Cruz de Tenerife y allí vivió hasta los 19 años. Después saltó a la península para enrolarse en la Armada Española. Actualmente está afincado en Cartagena, aunque no sabemos si este nuevo reinado afectará a su vida actual.

A Ricardo le encanta hacer deporte y, además de ir al gimnasio, le gusta la natación, la hípica y el atletismo. Entre sus aficiones también se encuentra la de viajar, sobre todo si lo hace con amigos.

Ricardo contaba que una de las razones por las que le gustaría ganar era para poder conseguir la normalización de la homosexualidad: "Si fuese Mr. Gay España 2017 daría a conocer esa suerte que tenemos en nuestro país, y llevar esas ideas a esos países donde están más castigados por la homofobia", comentaba el recién nombrado Mister Gay Pride España.

Pantalón vaquero y camiseta negra, calzoncillos y por último, traje; estos son los modelos que han lucido la noche del viernes los 16 finalistas que disputaban el título en un evento que no se ha salido del guión: ni tacones, ni boas, ni estéticas diferentes, ningún elemento lo ha diferenciado de concursos similares salvo la orientación sexual de sus participantes.

La gala ha arrancado con ambiente festivo a las 22.000 horas ante las cerca de 20.000 personas, según los organizadores, presentes en la madrileña Puerta del Sol pero ha ido perdiendo fuelle al transcurrir tres horas para conocer al ganador:

"¡Qué viciosos sois", ha exclamado la maestra de ceremonias, Devora Hombres, ante los aplausos del público a los dos "chulazos" militares que concursaban; la presentadora, primera en serlo hace diez años, ha puesto el elemento lúdico a una gala que ha arrancado felicitando a Alemania por la aprobación del matrimonio igualitario.

Entre las novedades, un concursante con discapacidad, Enrique Albert, de 25 años y Mr. Alicante, que ha defendido la necesidad de "romper estereotipos" y considerar Mr Gay como un concurso de "valores, fuerzas y superación".

Sin embargo, dichos estereotipos están muy marcados en el mundo gay, según explica a Efe Héctor, que ha acudido a Sol con dos amigos y ve el concurso por primera vez: "estos serían las musculosas", "me parecen todos muy parecidos", ha asegurado.

En opinión de este joven de Toledo, los hombres homosexuales reciben más "presión estética" que los heterosexuales al competir "en un mundo en el que se lucha por ser el más cuidado" y se busca al "prototipo ideal".

Mr Gay fue "muy difícil" en sus comienzos, han asegurado sus organizadores, Juan Martín Boll y Nano García, agradecidos con la ayuda de unos patrocinadores cuyo gran protagonismo ha convertido a ratos la gala en una suerte de teletienda, comida al escenario incluida.

"Me aburro, quiero ver quién canta" o "hombres, hombres no quiero, prefiero que toque Rebeca 'Duro de pelar'" han sido los comentarios que salían de algunos grupos de chicas, que no podrán acudir a un concurso equivalente con lesbianas ya que no existe, lo que la presentadora Carmen Alcayde pide remediar.

La música sí ha estado presente, como cuando Pastora Soler ha sido reconocida con el premio 2017, pero Sol, cuyo auditorio estaba dividido por carriles de emergencia y evacuación, ha vibrado sobre todo con Azúcar Moreno y su "Sólo se vive una vez" en una noche donde abundaba la música gratuita a cuenta del Orgullo en toda la ciudad.

Tanto el cuerpo como "el rollo" se han tenido en cuenta para elegir a Mr Gay, según Juan Carlos Alonso, coordinador general del WorldPride y miembro del jurado, "todos son guapísimos, pero también es muy importante lo que transmiten", ha asegurado.

Pese a ello, el ganador, que representará a España en el concurso mundial que este año acoge Argentina, ha quedado "sin palabras" al vencer un concurso que ha denunciado la no universalidad de los derechos del colectivo LGTBI y la opresión vivida en países como Rusia.