¿Cómo fueron sus orígenes en Canarias?
Nací en Santa Cruz de Tenerife el 22 de julio de 1938. Mi madre murió joven y está enterrada en Santa Brígida. Mi padre, que era radiotelegrafista del correíllo La Palma, se casó con mi profesora de alemán. Fui a los escolapios y después me mandaron a Madrid. Estuve en los jesuitas un par de años y, posteriormente, regresé a Tenerife para ir al instituto y estudié primero de Medicina en la Universidad de La Laguna. El Cabildo me dio una beca de 3.000 pesetas al mes y fui a Barcelona a estudiar. Cuando acabé la carrera en 1963 hice los cuatro meses de milicia en Gando como alférez. Después superé los exámenes para poder irme a Estados Unidos, un país que siempre me cautivó y donde podía aprender mucho.
¿Cómo fue su primer contacto con Estados Unidos?
En 1963 fui a la Universidad de Wayne State, en Detroit, donde me admitieron como interno. Fue el año en que mataron a John F. Kennedy y tres meses más tarde a su hermano Robert. Recuerdo que le envié una carta a mi padre diciéndole: "¿Pero qué país es éste, que ya se han cargado al presidente y al hermano?" Y él me escribió que "el país es enorme y habrá buenos y malos". Decidí quedarme, hice cirugía general durante seis años y cirugía cardiotorácica dos años. Cuando acabé mi formación, en 1971 me fui a Houston porque era la meca en aquel entonces de cirugía cardíaca y tuve la suerte de ser enseñado por el gran maestro Denton Cooley, que ha enseñado a la mayoría de los cirujanos de corazón del mundo. Cuando acabé mi formación en Houston en 1972, en una de las visitas a San Antonio de Texas encontré una piedra de molino traída por los emigrantes canarios en 1731 y le dije a mi mujer: "Aquí me quedo". Contacté con historiadores y cirujanos y empecé a operar allí. He operado a más de 6.000 pacientes. Me retiré en el año 2007 en la práctica privada y me pasé a la escuela de Medicina, donde estoy enseñando. Ahora que tengo más tiempo quiero fortalecer las relaciones que he trazado con Canarias todos estos años. Canarias es mi tierra y es necesario incentivar las relaciones económicas, culturales, universitarias y portuarias, entre otras, y eso no se ha desarrollado porque, en general, el emigrante canario hoy en día se va a Miami o Nueva York, en lugar de ir a San Antonio, que fue fundado por canarios. Es muy importante aumentar la colaboración entre los puertos y la que ha habido hasta ahora entre las universidades, sobre todo en los estudios relativos a energías renovables.
¿Por qué viajaron los canarios a San Antonio?
Porque Felipe V necesitaba población civil para aquella zona porque solo había sacerdotes, militares e indios. En septiembre de 1730 el volcán Timanfaya hizo erupción y se cargó la mitad de Lanzarote y en el resto de islas había hambruna. El rey había anunciado que necesitaba población en San Antonio, ofrecía darles el nombre de hijosdalgos, dinero, tierras, animales y el derecho a formar un municipio. El principio de la municipalidad en Texas fue San Antonio, donde se constituyó el primer gobierno civil en 1731. El primer alcalde de San Antonio fue el último alcalde de Teguise, Juan Leal Goraz. Él fue el líder de la expedición, que fue muy famosa porque les llevaron primero a Cuba, después a Veracruz y tuvieron que caminar durante un año por zonas de peligro. Cruzaron todo México hasta llegar a donde es hoy San Antonio.
¿Hasta cuándo fueron los canarios protagonistas de la historia en San Antonio?
Su importancia duró más o menos hasta la batalla de El Álamo en 1836. Desde 1731 hasta 1836 San Antonio estuvo gobernada por un alcalde canario, sus descendientes o sus asignados a dedo. Los que no eran canarios no tenían derecho a apostar por la Alcaldía. Cuando ocurrió la batalla de El Álamo entró mucha gente del norte, de Virginia y de Luisiana, y empezó la influencia angla. Todavía hay influencia canaria y el próximo año vamos a celebrar los 300 años de la fundación de San Antonio por 56 canarios. La Asociación de Descendientes de las Islas Canarias (CIDA, en sus siglas en inglés) quiere conmemorar aquel episodio histórico con un gran conjunto escultórico que se ubicará en la plaza de las Islas, el centro neurálgico de la ciudad, donde se halla el Ayuntamiento y la Corte. También vamos a traducir al inglés un libro del autor Armando Curbelo para difundir la cultura canaria en Texas.
¿Cómo serán las esculturas?
Son cinco estatuas en bronce con una simbología histórica: un cura, un militar y un indio, que fueron los que recibieron a los isleños. Además de una pareja, un hombre y una mujer, ataviados con trajes típicos canarios.
¿Cuántos canarios residen ahora en San Antonio?
Actualmente la CIDA está constituida por 180 socios, aunque creemos que hay alrededor de 2.000 descendientes de los 56 primeros isleños que llegaron a San Antonio.
¿Qué actividades tienen previstas con motivo del aniversario el próximo año?
Durante todo el año 2018 se van a celebrar actividades para conmemorar diferentes fechas. Por ejemplo, cuando se colocó la primera piedra del Álamo el 1 de mayo de 1718 y del primer presidio, que era el fuerte para los militares, que fue 5 de mayo de 1718. Asimismo, del 9 al 11 de marzo se resaltará la influencia canaria con diversos actos para los que están invitados el presidente de Canarias, los cabildos y los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, dos ciudades hermanadas con San Antonio. Esperamos que en esas fechas acudan, igualmente, empresarios canarios de todos los sectores, sobre todo hoteleros. Allí recibimos el año pasado 32 millones de turistas y Canarias sólo recibe 15 millones al año. La industria hotelera podría combinarse entre los dos territorios de manera efectiva. Los canarios fundaron San Antonio y no están aprovechando todas las oportunidades que ofrece.
¿Los canarios son conscientes de la importancia del vínculo histórico con esa ciudad?
Muchos no, porque ya no se aprende historia en el instituto. Mucha gente no sabe que 46 de los 56 canarios que fundaron San Antonio procedían de Lanzarote. De todas las islas vinieron, menos de La Gomera y El Hierro.
