Las familias en situación de riesgo social participantes en el programa de parentalidad positiva Vivir la Adolescencia en familia desarrollado por la asociación Hestia y financiado por el Cabildo de Gran Canaria han logrado mejorar sus capacidades para afrontar la tarea de ser padres de acuerdo con las necesidades evolutivas y educativas de los hijos y con los estándares considerados como aceptables por la sociedad, informaron este viernes desde la corporación local.

En el programa, pionero en Canarias y enmarcado en el Plan por la Inclusión Social del Cabildo con un presupuesto de 40.000 euros, han participado 81 personas de 10 municipios de Gran Canaria, con el objetivo de romper la rueda de la exclusión, que se hereda, aseguró la consejera de Política Social y Accesibilidad del Cabildo, Elena Máñez, en la presentación de los resultados junto al presidente de Hestia, Juan Carlos Martín.

Profesionales de la asociación Hestia, en coordinación con los servicios sociales municipales, han trabajado con las familias cuyos hijos están en la etapa de la adolescencia, para reforzar en los padres los vínculos afectivos, la supervisión educativa, el establecimiento de normas flexibles, la educación sin violencia y que incluyan a los menores en la toma de decisiones importantes.

Máñez resaltó la necesidad de intervenir en la prevención porque las administraciones públicas, por la crisis económica, se han centrado en las consecuencias de la exclusión social pero no en las causas que la generan para poder corregirlas y disminuir las situaciones de exclusión.

"Programas de este tipo, con una metodología contrastada que nos permite medir el impacto transformador de la intervención, es la línea por la que estamos apostando desde la Consejería de Política Social y Accesibilidad", agregó.

Según los resultados del programa, las personas participantes han mejorado sus competencias educativas y de colaboración con el centro educativo, sus competencias para el desarrollo personal y para afrontar situaciones difíciles, su participación e integración social, y además ahora cuentan con una mejor red de apoyo para afrontar las adversidades, detalló Martín

"Además han logrado disminuir el clima conflictivo y violento en la familia y también han reducido significativamente la dificultad para expresar sentimientos y opiniones en la familia", agregó.

La mayoría de las participantes han sido mujeres con una media de edad de 42 años, el 91% de ellas desempleadas, con estudios primarios, graduado escolar o formación profesional, integrantes tanto de familias monoparentales como heteroparentales.

En cuanto a los adolescentes, han participado un 53% de chicos y un 47% de chicas con una media de edad de 13 años, estudiantes de 5º y 6º de primaria y de secundaria, con un 60% en situación de riesgo de exclusión social.

El programa se ha impartido semanalmente a través de cinco módulos bajo los epígrafes de Acercarnos a la adolescencia, Más allá del conflicto familiar, Hacia un estilo de vida saludable en la familia, Comprometidos con la continuidad escolar y El camino hacia el centro escolar, con un total de 20 sesiones.

Tanto el presidente de Hestia como Elena Máñez subrayaron la necesidad de darle continuidad al programa, tanto con las familias que han participado este año como con nuevas familias de todos los municipios de Gran Canaria.

"Desde el Cabildo facilitamos a los ayuntamientos un modelo de prevención validado y formación al personal técnico municipal para que conozcan cómo intervenir y que lo hagamos con herramientas comunes, pero la intervención tiene que ser municipal y lograr llegar a más familias", concluyó Máñez.