El relaciones públicas Pablo Bucareli acaba de fallecer a los 72 años de edad tras una complicación médica que no ha podido superar. Con su muerte desaparece uno de los nombres fundamentales de la vida social y nocturna de Las Palmas de Gran Canaria con una carrera brillante de forma ininterrumpida desde los años 60 hasta hoy.

Pablo Bucareli fue uno de los principales dinamizadores del ocio nocturno de la capital grancanaria cuando en 1970 se abrió la discoteca Tan Tan. La gestión que hizo del local fue tan positiva que los dueños de los principales locales nocturnos de la Islas siempre recurrían a su experiencia y trabajo para lograr el éxito del negocio.

De padre gallego y madre andaluza, Bucareli nació en México a causa del exilio de su familia tras la Guerra Civil. Su padre era militar de aviación republicano y tras el triunfo de las tropas de Franco, tuvo que marcharse a Francia, Argelia, Casablanca, Lisboa, y finalmente a Veracruz. Además de adiestrar a soldados que fueron a la guerra mundial, acogía a exiliados españoles, cubano y mexicanos.

Huérfano de padre y madre muy rápido, y de vuelta a España, Pablo Bucareli quiso estudiar Historia de América, pero pronto se introduce en un mundo del Madrid de los años 60 donde trabaja, entre otros, para Massiel y Encarna Sánchez, hasta que decide empezar una carrera como modelo.

Bucareli vino por primera vez a Canarias con una carta de recomendación del director general de Prensa y Radio del Movimiento que le permitió empezar a trabajar como periodista en un diario local y conocer a profesionales del medio como Antonio Ayala o a escritores como Luis Doreste Silva. El relaciones públicas se quedó maravillado con el clima local por lo que decidió establecer aquí su residencia. Uno de sus primeros trabajos fue como enviado especial al Festival de Eurovisión en Madrid ya que el año anterior había ganado Massiel.

Posteriormente, Bucareli empezó a relacionarse con la vida nocturna de la ciudad conociendo a Rafa Bello, dueño del Hueco, y la primera discoteca de la ciudad que estaba en Las Alcaravaneras. Era una época muy intensa en que se empezaban a levantar discotecas y bares por toda la ciudad como El Trébol o la Aloa y en la que había una vida nocturna muy superior a cualquier otra ciudad de la Península.

El relaciones públicas empezó a trabajar como disc jockey de 7 a 10 de la noche en El Hueco. Pero, de pronto, se produce un antes y un después en su vida cuando un empresario francés abre un negocio de 50 millones que derivó en una discoteca llamada Tan Tan con los mejores disc-jockey, y con Bucareli como director.

La discoteca, que estaba en la calle Pi y Margall frente al restaurante Acuario, logra una afluencia de público incesante durante todas las noches entre los que se incluían a los nombres más importantes de la sociedad de la Islas. Mientras, Bucareli se iba reinventando continuamente haciendo pases de modelos.

Poco después llegó la apertura del Beach Club en el Sur, pero Bucareli optó por seguir en Vegueta. Tras esto llegó un incesante trabajo de inauguraciones y presentaciones ya que todas las discotecas que abrían en la Islas contrataban a Bucareli para que se ocupara de ellas. Una vez en El Coto, el interiorista y decorador se dedica a la presentación de galas y empieza a realizar sus primeros pinitos como decorador.

Tuvo una importantísima relación con César Manrique y Pepe Dámaso. Otro momento importante de su vida fue la apertura del tercer Loewe en España en el Hotel Santa Catalina donde se producía una vida social intensísima. Sin embargo, la crisis comienza en los estertores del franquismo cuando toma preponderancia los gobernadores civiles que acabaron con aquella irrepetible vida nocturna.

Bucareli siguió trabajando en los locales nocturnos más importantes de la ciudad a lo largo de su vida, que compaginaba con presentaciones y participaciones en programas de radio y televisión.