El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró ayer la responsabilidad de Francia en las redadas de más de 13.000 judíos en julio de 1943, en un acto en el que estuvo acompañado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Macron presidió en París el acto conmemorativo del 75 aniversario de esas redadas con la presencia, por primera vez, de un mandatario israelí, antes de mantener una entrevista con él sobre asuntos de actualidad internacional. El presidente galo dedicó el grueso de su discurso con motivo del aniversario de las redadas de judíos a lanzar mensajes sobre la Francia de esos años y su relación con el pueblo de Israel. Recordó que fueron las fuerzas del orden francesas las que se encargaron de las detenciones, que "no hubo un solo alemán", que la realidad es "implacable", que "esconderla, insulta nuestra memoria colectiva", subrayó. De los 13.000 judíos detenidos, más de 4.000 eran niños, que fueron deportados en su práctica totalidad al campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, donde fueron asesinados.