Una campaña en redes sociales en contra de una de las publicaciones del investigador de Física y Filosofía, Martín López Corredoira, llegó a preocupar tanto al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que el centro, del que forma parte el científico, decidió retirar de su web el enlace a la página persona de López Corredoira. El autor, al que la polémica pilló en un congreso fuera de España, rechaza la principal de las acusaciones vertidas sobre él: "No soy misógino".
Aunque admite que parte del contenido de este "polémico capítulo" de su libro Voluntad es "políticamente incorrecto", considera que la corriente de críticas, e incluso insultos, que recibió hace unas dos semanas así como diferentes publicaciones en medios de comunicación obedecen a "un sesgo". "Es la respuesta a varias citas sacadas de un contexto que no se ha tenido en cuenta", argumenta López Corredoira, quien asegura que en su publicación las frases objeto de crítica "llevan aclaraciones que se ocultaron".
El físico y filósofo, por ejemplo, alude a dos de las afirmaciones extraídas del libro y que generaron más controversia en Twitter. Por un lado, rechaza que tal y como aparece recogido en diversas informaciones, considere que "todas las mujeres son putas" puesto que en el capítulo en el que aborda la cuestión de género específica su posición en contra a esta afirmación: "No es cierto que lo sean todas o la mayoría de ellas, y tampoco me parece adecuado el calificativo de puta, como expresión vulgar de prostituta pues, rigurosamente hablando, tal término debe referirse exclusivamente a la profesión de ofrecer unos servicios sexuales a cambio del pago inmediato por los mismos".
Revuelo
Por otro lado, el investigador del IAC, que admite que el revuelo está dañando su imagen "especialmente entre compañeros", descarta que desprecie la capacidad intelectual de las mujeres. En ese sentido, respecto a la afirmación respecto a que "suelen comprarse revistas como Cosmopolitan y Hola y leerse trucos de belleza y de seducción en vez de leer a filósofos", argumenta que se trata de una generalidad puesto que admite que "hay mujeres que sí son extraordinarias y así consta en el libro".
Martín López Corredoira sostiene que se le ha juzgado sin conocer toda la obra sino en base a "ciertas citas" e insiste en que no es una persona misógina. "Se considera así a alguien que odia a las mujeres, lo que desde luego no es mi caso", asegura el investigador quien sí admite que se le pueda llamar machista si se entiende este concepto como persona que rechaza la igualdad de base entre géneros.
"Estoy plenamente de acuerdo con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, el reparto de las tareas del hogar y en la misma capacidad para acceder a un trabajo o a un puesto de responsabilidad", dice el filósofo para añadir que "no somos distintos en cuanto a capacidades pero sí en cuanto a la orientación de nuestras vidas o nuestros fines".
Precisamente, el investigador explica que en esas diferencias es en las que basa el polémico capítulo en el que "en ningún momento se habla de la mujer como un ser inferior, menos inteligente, menos capaz,... pero sí se señalan diferencias entre la feminidad y la masculinidad más allá de los constructos sociales". "Hay mujeres que leen prensa rosa como hombres que consumen prensa deportiva y que tampoco son intelectuales", concluye López Corredoira.
El investigador insiste en que su intención "no ha sido ofender a nadie" sino que el capítulo y el libro en general pretenden ser una visión "en tono irónico y mordaz" acerca de cuestiones filosóficas y políticas. "Entiendo que pueda haber gente ofendida", pero entiende que "no justifica el insulto". "Las opiniones son libres y hay que respetarlas", considera López Corredoira quien aclara que se puede discrepar de su texto pero anima a conocerlo "no solo a través de citas".
