El papa Francisco instó ayer a la moderación y al diálogo a palestinos e israelíes tras las recientes tensiones que se han producido en Jerusalén contra las nuevas medidas de seguridad impuestas por Israel en torno a la Explanada de las Mezquitas.

Durante el rezo del Ángelus que se llevó a cabo en la plaza de San Pedro, el pontífice aseguró que sigue con preocupación las "graves tensiones y violencia de estos días en Jerusalén". El Papa confesó sentir la "la necesidad de expresar un fuerte llamamiento" a la moderación y al diálogo. "Os invito a que os unáis a mí en la oración, para que el Señor inspire a todos propósitos de reconciliación y paz", apostilló.

En las dos jornadas de violencia, cuatro palestinos murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Jerusalén Este y Cisjordania y tres israelíes fueron asesinados por un palestino durante la cena del Shabat en su casa de una colonia israelí en territorio ocupado. Un clima de tensión que se enmarca tras el ataque del día 14 en el que fallecieron dos policías y sus tres agresores.