Pilar Abel, la mujer que asegura ser hija del pintor Salvador Dalí y que está inmersa en un proceso judicial para que se reconozca la paternidad del pintor, dijo ayer sentirse "muy contenta" tras las pruebas de ADN a las que se ha sometido a su madre. "Se ha criticado que mi madre tiene alzheimer, y no sé de donde, ¿Crees que una madre se dejaría hacer unas pruebas tan bestias si esto fuera un circo? Un respeto", expresó Abel después de que su madre, Antonia Martínez, haya recibido en el geriátrico de Figueras en el que reside la visita de una comitiva formada por una secretaria judicial y una forense.

"Esto es por protocolo de una juez, si lo pide se tiene que hacer", djo Abel sobre estas pruebas que forman parte de las gestiones ordenadas por el juzgado de Madrid que admitió a trámite el caso.

Abel, que es quien promovió este proceso para ser reconocida como hija del artista fallecido en 1989, espera ahora "tranquila" el juicio que está fijado para el 18 de septiembre, donde se conocerá el resultado de las pruebas de ADN al pintor catalán (fallecido en 1989) después de que se llevara a cabo la exhumación de su cadáver el pasado 20 de julio. Una exhumación que a Abel le "dolió": "Es normal, ¿no? Tengo sentimientos, aunque no me haya criado. No es muy agradable". Por eso, no "entiende" que el forense que embalsamó a Salvador Dalí, Narcís Bardalet, no "haya parado" esta exhumación si tiene "pruebas" de que Dalí no es su padre, tal y como el propio médico sostiene.

"Nadie puede gestionar la vida de este señor, y menos Narcís Bardalet", afirmó. "Yo creo - añadió- que si Bardalet tuviera este papel (con las pruebas de que Dalí no es su padre) lo mínimo que podría haber hecho era sacarlo para que no se tuviera que haber hecho la exhumación. Si tan seguro está por qué no hizo esto, por qué consintió que lo sacaran. Esto no es un circo, estamos hablando de un genio y de una persona que soy yo y que estoy demostrando mi identidad".

Respecto a la vida íntima del pintor, Abel cree que "nadie" puede garantizarle "al 100%" que "nunca tocó a una mujer" y por eso se adjudica el papel de "defenderlo". "También han dicho que es impotente, homosexual, y lo que era es un genio, pero también era una persona y tenía derecho a su libertad. Y creo que como persona que era tenía su intimidad, él hacía su márketing de aquí para fuera, pero de aquí para dentro era una persona", matizó.

Aunque cuando su madre le dijo que Dalí era su padre ella tenía 7 años y no se "atrevió" a acercarse a él, ahora asevera que quiere saberlo sólo por una cuestión de "filiación" y "después ya se verá".

Por eso atribuye al "cabreo" las declaraciones que hizo en las que afirmaba que iba a "pedir la herencia" así como que intentaría hacer que se cumpliera la última voluntad del artista, ser enterrado en Púbol.