El informe del Defensor Universitario sobre el caso de un estudiante de Arquitectura que ha agotado todas las convocatorias de la asignatura Introducción a la Arquitectura y que solicita ayuda para poder optar a la evaluación compensatoria, destaca la dificultad añadida de que dicha materia, de segundo de carrera, de 4'5 créditos y de carácter obligatorio, se imparte totalmente en inglés.

"No hemos podido encontrar que se obligue a los alumnos a acreditar ningún nivel de idioma inglés al inicio del segundo curso de los estudios y, además, la asignatura no tiene como objetivo facilitarles la consecución del obligado nivel B-1, que deben acreditar antes de defender el trabajo de Fin de Grado. Este hecho, aunque obedece a los criterios organizativos de la titulación, entra a formar parte del problema planteado pues, indudablemente, puede contribuir a la tasa de fracaso apreciado", recoge el informe del Defensor Universitario.

A este respecto, el rector de la ULPGC, Rafael Robaina recordó que la Comunidad Autónoma obliga a la impartición de, al menos, el 5% de los créditos de cada grado en una segunda lengua, preferiblemente el inglés. Dicha obligación está recogida en el Decreto 168/2008, de 22 de julio, por el que se regula el procedimiento, requisitos y criterios de evaluación para la autorización de la implantación de las enseñanzas universitarias.

"Con relación al idioma tenemos una situación de partida que es la que origina las disfuncionalidades posibles. Con muy buena intención se intentó que el alumnado siguiera enseñanzas en inglés y se propuso un 5% en los créditos, pero esto ha ocasionado una serie de consecuencias colaterales. La Universidad decidió que se podía dar inglés, o asignaturas en inglés y cuando se formulan asignaturas en inglés en un plan de estudios, la Agencia Nacional exige que los estudiantes tengan un nivel para hacer el seguimiento, lo cual es bastante razonable. Pero no es que la Universidad lo haya decidido así, es que la propia Agencia nos lo impone, por una cuestión estrictamente razonable".

Eliminación

Robaina apuntó que una solución para que los alumnos con bajo nivel de inglés, no se vean perjudicados a la hora de no poder superar una asignatura impartida en ese idioma, sería que el propio Gobierno de Canarias eliminara la restricción del 5% en los planes de estudio, y dejar a la Universidad que desarrolle planes paralelos para asegurar una correcta formación lingüística de los estudiantes en dos idiomas.

"Estamos realizando acciones para evitar aquellas situaciones en las que estudiantes se quedan trabados por una asignatura que se imparte en inglés, por no tener el nivel adecuado del idioma. Vamos a trabajar para que los estudiantes y sus profesores puedan adquirir competencias lingüísticas porque esa es la vía de la internacionalización. Necesitamos una política lingüística, pero la queremos desligar de la elaboración de los planes de estudio", concluyó el rector de la ULPGC.